El Monasterio de Santa Ana fue creado en 1518 por Leonor Laso de la Vega y Figueroa, hija del pacense Lorenzo Suarez de Figueroa embajador de los Reyes Católicos en Venecia.
En 1580 el coro de su capilla fue lugar de enterramiento temporal de la reina Ana de Austria, esposa de Felipe II, que se alojaban en el vecino palacio de los Fonseca, patronos del monasterio. Desde 1771 quedó bajo la protección real, disponiéndose el escudo con las Armas Reales de las Casas de Austria y Borbón sobre su portada.
Dentro de su interior posee hermosos retablos, pinturas, tallas, y otros ricos contenidos artísticos. El altar mayor lo preside una talla de Nuestra Señora de las Virtudes y del Buen suceso, encontrada durante unas obras en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid a principios del siglo XVII.
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