TRANSFERENCIA CULTURAL
La juventud hindú, debido a la globalización y a los medios de comunicación, está occidentalizando su vestimenta.
Este joven pone de manifiesto la paulatina transformación y/o supresión de tradiciones en el vestir, al mismo tiempo que marca el profundo arraigo de su cultura; mezcla detalles tales como una especie de turbante, hecho con una pasmina o toalla, típico de los campesinos, y los adornos de sus muñecas que recuerdan a las pulseras de la India, junto a los pantalones y jersey occidentales.
VENDEDORA DE ESPECIAS
Los oficios tradicionales, símbolos de esta cultura en el "cómo y dónde hacer", invaden las calles de la India. Entre ellos los típicos puestos de especias con su paleta de vivos colores, donde el suelo se convierte en expositor, y un rincón en tienda.
Las mujeres hindúes continúan utilizando el sari como vestimenta cotidiana, en éste caso para realizar su oficio.
También, en su día a día, se aderezan con pulseras de metal, brazaletes, aros de colores hechos de cristal, trenza adornada con flores, aceite en el cabello, aro o piercing en la nariz, bindi (punto en la frente), pendientes y otras joyas, y cada una tiene su finalidad (economía familiar, salud, espiritualidad...) y no simplemente para embellecerse.
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