En el Teatro de la localidad donde transcurre la función tendrá lugar un extraordinario concierto del incomparable RAPHAEL.
Es una noche de gala. Carteles con la silueta inconfundible del NIÑO DE LINARES, fans alborotados vistiendo camisetas negras con el nombre del DIVO, las fuerzas vivas: alcalde, cura, sargento de la guardia civil, etc., porque en los setenta no había concejales electos ni democráticos. En fin, una noche inolvidable.
En la puerta del teatro, una mujer, ANA, presidenta del «Club de Fans» porta una pancarta en la que figura una leyenda: “RAPHAEL: YO SOY AQUEL”. Junto a ella, JUANITO, palmea con ganas y jalea a la concurrencia.
Muy cerca de ellos, RAQUEL, la profesora de canto de Juanito, no se queda manca a la hora de animar. En la puerta de entrada al teatro, con gesto hosco y morro torcido, se encuentra PILI, la novia de Juanito y taquillera del Teatro, que hoy está comprobando las entradas del público asistente.
ENTRE TODOS PLANEAN EL SECUESTRO DEL ARTISTA...