Además de las gravísimas consecuencias que tienen el mobbing o acoso laboral sobre el trabajador afectado, debemos tener en cuenta que éste no es una entidad aislada, sino que tiene un entorno social en el que también repercuten las acciones del mobbing.
Todo el entorno social del acosado padece las consecuencias de tener cerca una persona que ha perdido la motivación, las expectativas de futuro y las ganas de trabajar, que se siente deprimida, nerviosa y que, incluso, puede desarrollar adicción a las drogas o al alcohol. Los que más sufren estos efectos son los familiares cercanos.
Consecuencias en el ámbito familiar más cercano
Retraimiento de la víctima con la familia y amigos.
El acoso laboral que sufren los padres se convierte en ansiedad, estrés o depresión, que afecta a su comportamiento familiar y, por lo tanto, acaba repercutiendo en los hijos.
Según estudios científicos, la mayoría de los hijos cuyos padres sufren mobbing, acaban presentando algún tipo de problema psicológico, que suele presentarse como un estado de ánimo bajo, trastornos de salud, problemas escolares, disminución del rendimiento académico, dificultades de concentración…
Otras consecuencias familiares que pueden estar provocadas por el acoso laboral son:
Agresividad y aumento de los conflictos familiares
Retraimiento del acosado en la vida familiar, mostrándose frío y distante
Incomprensión, falta de apoyo y rechazo de la familia por su “obsesión laboral”
Aumento de las enfermedades de los hijos y problemas escolares.
Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la víctima de hacer frente a la situación, legal o psicológicamente.
Problemas económicos:
Si la victima tiene que acabar abandonando el puesto de trabajo, pueden sumarse dificultades económicas a la situación.
Si, además, el acosado ha quedado tan “tocado” que no es capaz de reincorporarse al mercado laboral, los problemas económicos pueden agravarse, sin que muchas veces la familia pueda comprender la causa de sus dificultades para reintegrarse en un nuevo puesto.
En cuanto a la relación de pareja:
Se puede resentir por la tensión, la falta de autoestima, la incomprensión o la falta de apoyo. Es necesario establecer una buena comunicación en la pareja para poder comprenderse y apoyarse. Ésta será la única manera de encontrar una salida de la situación, consiguiendo además que la relación no se resienta.