La Torre de Espantaperros es la torre más destacada de todas las que componen la Alcazaba. Su fisonomía resulta muy característica siendo considerado uno de los monumentos más representativos de la ciudad. La estructura monumental recuerda a la de la sevillana Torre del Oro, aunque es preciso recordar que resulta posterior a la de Badajoz, y edificada tomando a ésta como modelo.
Esta torre se encuentra construida en argamasa y tapial, alcanza los 30 metros de altura. Posee una planta octogonal, coronada por un cuerpo cuadrangular, avanzado unos 25 metros sobre la cerca principal, a la que se une mediante un lienzo amurallado, habiendo servido en otro tiempo para vigilar y dominar el arrabal de La Galera, que se extendía a sus pies.
En la actualidad se encuentra adosado a la torre un edificio del siglo XVI, conocido también como La Galera, que ha servido sucesivamente como ayuntamiento, pósito o panera, hospicio, cárcel, y finalmente Museo Arqueológico. En su entorno se desarrolla un bello jardín, aprovechando diversos restos arqueológicos.
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