Puentes que en su día sirvieran de paso obligado en zonas de otro modo de difícil acceso en los alrededores del pueblo: Puente Romano sobre el río Salor, Puente del Capellán y La Puente Nueva. Hoy más que nada y obviando el carácter práctico que aún puedan tener, sirven de recreo a la vista y al tiempo, de algún modo estancado bajo las aguas que debieron correr abundantes algún día por debajo de los ojos de estos puentes de origen romano.