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Cultura
García Cabezas define la obra de Rogério Timóteo como un canto a la humanidad y un homenaje a la estética y la escultura clásica
Son ya numerosos los artistas portugueses, o afincados en Portugal, que han presentado sus obras en el Museo de Cáceres.
  • Publicado: 22/03/2022 09:55
  • por: extremadura.com
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La secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas, ha afirmado que la muestra del artista portugués Rogério Timóteo, ‘Capas del Tiempo’, “es un canto a la humanidad, un homenaje al cuerpo humano enraizado en la estética y el oficio de la escultura clásica, pero actualizado a través de la experimentación e investigación constante”.

Así lo ha señalado la responsable cultural, que ha destacado que, en esta muestra, que puede verse en el Museo de Cáceres, la figura humana se expresa en sus movimientos, su musculatura, la textura del bronce o del hierro, y tan pronto se erige en pilar que sostiene el peso de los elementos constructivos como flota en el aire suspendida de un hilo o hace equilibrios sobre un alambre.

La exposición en Cáceres de las obras de Rogério Timóteo es una nueva iniciativa destinada a dar a conocer las actuales tendencias artísticas en el país hermano. En esta ocasión, la institución museística cacereña ha dado un paso adelante para salir al encuentro del público, instalando en la Plaza de las Veletas dos grandes piezas escultóricas que sorprenden a los visitantes dándoles la bienvenida al Museo y les conducen, al mismo tiempo, al descubrimiento del resto de obras de Rogério Timóteo en el interior, tanto en el patio y el jardín como en la sala de exposiciones temporales.

Con esta exposición, “este museo sale a la calle, al encuentro del público, desbordando sus muros gracias a las extraordinarias obras de este escultor portugués”, ha destacado García Cabezas.

Con esta muestra, son ya numerosos los artistas portugueses, o afincados en Portugal, que han presentado sus obras en el Museo de Cáceres a lo largo de los últimos años, pintores como Dália Marques, Barbara Walraven, Bert Holvast, João Alexandre, Joaquim Carvalho, Filipe Bugalho, Avelino Sá o Maria Sobral, escultores como Santos Lopes y Álvares de Sousa, y fotógrafos de la talla de João Martins, Rui Cunha, Víctor Valente, Adalrich Malzbender, Carlos Pinto Coelho o Luis Ribeiro son buena muestra de la fructífera tarea de difusión del arte português que viene realizando el museo cacereño.

La presencia de las obras de Rogério Timóteo en Cáceres se debe, según la propia secretaria general de Cultura, “primero a su generosidad y amabilidad”, por su ilusión por exponer en este singular espacio que ofrece el Museo de Cáceres, “pero también sin duda a la Câmara Municipal de Castelo de Vide, por llamar nuestra atención sobre este gran artista al traer sus obras tan cerca de la frontera y ofrecerse como mediador para que el proyecto haya resultado todo un éxito en estos difíciles tiempos”, ha afirmado García Cabezas, que ha mostrado su satisfacción por esa colaboración transfronteriza, “que es una marca indeleble en este Museo y se remonta ya a varias décadas, como una apuesta permanente por el Arte y por la cultura que procede de Portugal”.

EL ARTISTA

Rogério es un enamorado de su trabajo, del oficio de escultor que aprendió desde muy joven trabajando la piedra como se hace en su región natal, cercana a Sintra. Con el tiempo, ha ido experimentando y aprendiendo, perfeccionando su trabajo con la piedra y ampliando los materiales cada vez más, ofreciéndonos obras en bronce, hierro, y también en resina, materias que sabe combinar a la perfección con los bellos resultados que vemos aquí ahora mismo.

También las obras de Rogério han ido evolucionando, y si están claros sus orígenes y su aprendizaje de la escultura clásica, un modelo al que no renuncia, también ha ido innovando, introduciendo formas y volúmenes geométricos, como aros, circunferencias, prismas, vigas o medallones con los que conviven los cuerpos perfectos, musculados, a veces atormentados de las figuras humanas que protagonizan sus obras.

Hay que decir que varias de las obras expuestas, y desde luego la instalación de todas ellas en los distintos espacios del Museo, han sido pensadas expresamente para esta ocasión; por ese motivo, el catálogo de la muestra, que se editará en las próximas semanas, recogerá las imágenes tomadas directamente aquí, una vez instaladas las obras y establecido su diálogo con la salas y demás espacios del Museo.

BIOGRAFÓA DE ROGÉRIO TIMOTÉO

Rogério Timóteo nació en Anços, concejo de Sintra (Portugal) en 1967. De 1985 a 1989 fue alumno del maestro Pedro Anjos Teixeira (1908-1997), pasando gracias a sus enseñanzas a desarrollar una fructífera carrera individual.

En 1991 completa su formación como escultor en Vila Viçosa, con un curso sobre nuevas tecnologías en mármol, y posteriormente estudia también la especialidad de dibujo con modelo vivo en la Sociedad de Bellas Artes de Lisboa.

Trabajando siempre en su entorno natal de Sintra, Rogério Timóteo ha llevado a cabo ya más de cuarenta exposiciones individuales, destacando las del ABC Stone Event de Nueva York (2011), 'O sagrado e o profano' en el Museu Arqueológico do Carmo de Lisboa (2012), 'Diálogos intemporais' en el Museu Grão Vasco de Viseu (2016), 'Caminos paralelos' en la Ciutat de les Artes i les Ciències de Valencia (2016) o 'The World' en la Plateaux Gallery de Londres (2018). En 2021, además, expuso en varios espacios públicos de Castelo de Vide.

Su trabajo escultórico ha sido reconocido con el Premio VERA World Fine Art Festival (2015), y sus obras públicas se encuentran repartidas por diferentes puntos de Portugal.

Timóteo define su obra con un cariz figurativo, expresándose a través de la figura humana, y utilizando sobre todo la piedra, el mármol y el bronce, y últimamente la resina. La mayoría de las veces, la idea escultórica germina en su mente y va pasando por diferentes estados formales hasta alcanzar un resultado de compromiso en lo referente a las dimensiones y materiales, pero en otras ocasiones son las propias formas escultóricas las que se le aparecen atrapadas en un bloque de piedra, constituyendo un desafío para el artista su extracción. Esta es una parte de su continua búsqueda de lo nuevo, lo original, lo diferente.