Hoy es Jueves 21 de Noviembre de 2024
Sanidad
El Área de Salud de Cáceres relanza el nuevo modelo asistencial de la insuficiencia cardíaca tras la estabilización de la incidencia de la pandemia en los hospitales
  • Publicado: 15/07/2021 13:25
  • por: extremadura.com
  • 472

El Área de Salud de Cáceres ha creado una nueva unidad multidisciplinar, integrada por profesionales de varios servicios hospitalarios y de atención primaria, para mejorar la atención sanitaria a los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), una enfermedad que causa en Extremadura una media de 10 hospitalizaciones diarias, que al cabo del año suponen entre 3.500 y 3.800 ingresos hospitalarios.

Con esta iniciativa, entre otras, el área de Cáceres pretende relanzar el denominado Proceso Asistencial Integrado (P.A.I.) del paciente con insuficiencia cardíaca, un modelo asistencial específico para estos pacientes que se puso en marcha en toda la región en 2019, cuya implantación se vio interrumpida a causa de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19.

A nivel hospitalario, el principal cambio es la ampliación de lo que era la unidad de insuficiencia del Servicio de Cardiología para convertirla en una unidad multidisciplinar en la que trabajan coordinadamente, además de cardiólogos, profesionales de Medicina Interna y Geriatría, los otros dos servicios que habitualmente atienden a pacientes con esta patología.

Los facultativos de estos tres servicios prestarán la asistencia de manera conjunta, compartiendo recursos como el hospital de día –gestionado hasta ahora exclusivamente por Cardiología— y personal de Enfermería, y realizando sesiones clínicas en común cada quince días para estudiar los casos.

3.800 INGRESOS AL AÑO

El uso compartido del hospital de día facilitará que todos los pacientes con insuficiencia cardiaca puedan acceder a esta modalidad asistencial, que permite un manejo ambulatorio de hospitalizaciones leves o leves-moderadas y puede evitar ingresos prolongados.

La formación de esta unidad es tan sólo una de las medidas adoptadas para impulsar la puesta en marcha del nuevo modelo asistencial para la insuficiencia cardíaca tras la estabilización de la incidencia de la pandemia en los hospitales.

El primer paso en esa dirección ha sido la creación de un grupo de trabajo formado por profesionales “referentes” con experiencia en esta patología, compuesto por médicos y enfermeros de atención hospitalaria y atención primaria, que tiene como objetivo identificar los puntos críticos del proceso de atención a estos pacientes y proponer medidas para mejorar los resultados.

Además de la creación de la nueva unidad multidisciplinar, el grupo de referentes ha propuesto una serie de actuaciones como reforzar la atención en el período de transición entre la fase aguda del paciente en el hospital y los primeros meses tras el alta en su domicilio, mejorar la coordinación y la continuidad de los cuidados entre la atención hospitalaria y la primaria, y habilitar herramientas para facilitar el acceso al hospital de estos pacientes cuando lo necesiten.

CUIDADOS TRAS EL ALTA

En los pacientes hospitalizados con insuficiencia cardíaca, la tasa de reingresos tras el alta hospitalaria es muy elevada, llegando a alcanzar hasta el 30 por ciento entre los tres y los seis meses después de recibir el alta. Además, cuando vuelven a ingresar por una descompensación, en la mayoría de los casos lo hacen con peor pronóstico que en el primer ingreso.

Por ese motivo, en los últimos años los expertos están proponiendo reforzar la atención sanitaria sobre estos pacientes en los primeros meses tras recibir el alta en el hospital, cuando pasan a recibir la asistencia en modo ambulatorio. Para conseguirlo, es fundamental asegurar la coordinación y la continuidad de los cuidados entre los dos niveles asistenciales, la atención hospitalaria y la atención primaria.

Una de las tareas clave en este nuevo modelo de atención es la educación en autocuidados que los profesionales de Enfermería de la unidad de IC proporcionan a los pacientes antes de que reciban el alta en el hospital, para que aprendan a mantener unos hábitos de vida y una alimentación adecuados, a reconocer síntomas de una posible descompensación, y qué deben hacer en caso de que aparezcan esos signos de alerta.

Una vez que el paciente recibe el alta y se traslada a su domicilio, cogerá el relevo de sus cuidados el equipo de “referentes” de atención primaria, que realizarán un primer contacto de seguridad en las primeras 48 o 72 horas y una visita post-alta al domicilio del paciente en los primeros 7 o 10 días, para posteriormente mantener un seguimiento coordinado con la unidad de IC del hospital.

ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA

Para favorecer la difusión y la implantación de este nuevo modelo de atención, el mismo grupo de expertos en esta patología ya está preparando acciones de formación destinadas a otros profesionales de atención primaria y atención hospitalaria.

El siguiente paso en la implantación del Proceso Asistencial Integrado de la insuficiencia cardíaca será la aplicación de otras medidas previstas en el modelo que implican a otros profesionales, entre ellos los trabajadores sociales y los farmacéuticos, que probablemente se iniciarán el próximo mes de septiembre.

El P.A.I. propone incluir la valoración social del paciente como parte del abordaje integral de la persona con esta enfermedad, y establece que, en caso de ingreso hospitalario, el alta se planificará con un abordaje interdisciplinar en el que participarán el médico, la enfermera y el trabajador social.

El objetivo del SES es implantar este modelo de atención en las ocho áreas de salud de la región. Además de la de Cáceres, ya han iniciado los trabajos preparatorios las áreas de Don Benito-Villanueva, Navalmoral de la Mata y Plasencia.

La insuficiencia cardíaca, que se produce cuando el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente, es la primera causa de hospitalización de los mayores de 65 años, y cada año se registran en España más de 17.000 defunciones con ese diagnóstico, lo que la convierte en la quinta causa de mortalidad en nuestro país.

Afecta aproximadamente al dos por ciento de la población adulta, pero su incidencia aumenta exponencialmente con la edad, situándose por debajo del uno por ciento en la población menor de 50 años para duplicarse después con cada década, hasta superar el 16 por ciento entre los mayores de 75 años.