Los Negritos de San Blas, listos para danzar, cantar y rendirse al Santo en Montehermoso

Al son de la flauta, del tamboril y de las castañuelas volverán a danzar este fin de semana ocho Negritos, mientras el Palotero “incordia”, hace reír y anima a todos los que quieran sumarse a la fiesta en honor a San Blas.

La diputada de Turismo de la Diputación de Cáceres, Patricia Valle Corriols, acompañada de la alcaldesa de Montehermoso, Mar Mateos, y de la concejala de Turismo, Violeta Martín, ha destacado la importancia “del esfuerzo que hace todo el pueblo por educar en el patrimonio, en su conservación a través del tiempo, porque su divulgación es parte del desarrollo económico y social del municipio y de la provincia”.

Y como ejemplo de esta implicación, ha apuntado la asunción por parte de los ocho Negritos de la Mayordomía de esta edición, “un compromiso -ha explicado uno de los componentes- que los Negritos asumimos los años que no haya un Mayordomo o Mayordoma particular, como es el caso”.

Patricia Valle ha sostenido que la Diputación de Cáceres “continuará apoyando firmemente las fiestas de Interés Turístico de la provincia, para las que este año destinamos 77.000 euros que se reparten entre las 22 fiestas con reconocimiento, y con ello estamos fortaleciendo la identidad y tendiendo puentes de cercanía entre las distintas generaciones”, algo que ha querido agradecer la alcaldesa, “porque es una ayuda enorme para los ayuntamientos y para poder contar con programas cada vez mejores”.

Así, el sábado 1 de febrero comenzará esta fiesta en honor al Santo y que narra la leyenda de una familia que cada día de San Blas se acercaba al pueblo a pedir limosna a cambio de sus danzas. Tras 17 años, la familia teme cansar a los habitantes, por lo que decide tiznarse la cara, haciéndose pasar por otro grupo de danzantes. Para su asombro, son descubiertos pero recibidos con la misma satisfacción y alegría que en años anteriores.

De ahí, de esos 17 años, parten las 17 danzas que estos días bailarán los ocho Negritos, el Palotero y el Tamborilero, danzas con nombres tan peculiares como la Zorrita, el Cordón, la Emperadora, el Mambrú, la Culebra o el Alma del cura, entre otras.