El centro de educación infantil y primaria Torre Águila, de Barbaño, recibe un premio nacional de innovación educativa

Este galardón se une al segundo premio Joaquín Sama en la Modalidad A ‘Una escuela más cívica y solidaria’.

El jurado de estos premios ha destacado que “se trata de un proyecto coherente y bien participado en el que, partiendo de un entorno rural singular, el alumnado entra en contacto con una gran variedad de realidades socioculturales. Cabe destacar la documentación y los materiales elaborados”.

Durante los últimos cursos, pero especialmente el del 2017/2018, el CEIP Torre Águila ha estado analizando las mejoras necesarias para su acción educativa en un entorno rural en el que los 50 alumnos y alumnas que estudian en este centro educativo presentaban dificultades en la adquisición de las competencias.

También presentaban dificultades en sus relaciones sociales y en el respeto al diferente, así como un gran desconocimiento de la existencia de realidades muy diferentes a las suyas, lejos de saber apreciar expresiones culturales propias o de los demás a través de la música, la danza, las artes plásticas, las tradiciones o la literatura, según ha expresado el coordinador del proyecto Fernando Díaz-Pinés Mansilla.

Tras un proceso de debate y de investigación, docentes y alumnado acordaron trabajar todos los aspectos que entendían deficitarios en torno a un centro de interés.

Este proyecto vertebró toda la vida y la actividad del centro y adquirió el nombre de ‘Desde Barbaño... la vuelta al mundo en un año’, con el que virtualmente han conocido ciudades, países y continentes diferentes cada mes, realizando diversas actividades y talleres.

Tomando como timón la novela del escritor Julio Verne, ‘La vuelta al mundo en 80 días’, los participantes en el proyecto han afrontado cada mes una etapa de su viaje.

Para ello, han seguido una estructura similar: han comenzado investigando, han decorado las zonas comunes, y han utilizado las herramientas TIC, así como la radio escolar, para finalizar cada una de las diez etapas mensuales con una fiesta temática.

Según Fernando Díaz-Pinés, para evitar la desmotivación “hemos ido completando un álbum con cromos, que ha sido el eje sobre el que han girado todas las propuestas didácticas, la principal motivación del alumnado y su mejor herramienta de autoevaluación. Porque uno de los valores positivos del coleccionismo es tener un reto y completarlo, y el coleccionismo resulta emocionante y aunque en ocasiones es frustrante, si se les incentiva a continuar y se les proporcionan pautas y exigencias, es una herramienta muy eficaz para que el niño siga sintiéndose muy interesado y motivado”.

Este álbum puede ser considerado el elemento estrella del proyecto, con una enorme influencia en el alumnado para mejorar en sus actitudes y aptitudes en el centro educativo y en sus relaciones interpersonales.

“El álbum cumple con la idea de interdisciplinariedad y de transmisión de conocimientos, pues solo se podía completar si los alumnos eran capaces de cruzar los límites de las áreas curriculares, rellenar con los cromos las etapas reflejadas en el álbum, integrando aprendizajes de diferentes áreas. Por ejemplo, para completar los cromos de la página dedicada a Asia necesitaban integrar conocimientos adquiridos en Educación Musical, Ciencias Sociales, Matemáticas y Educación Física”, ha explicado Díaz-Pinés.

Como herramienta motivadora, han analizado las técnicas de marketing publicitario que les servían para crear expectativas, y han generado otros recursos, como las revistillas de la biblioteca, las diferentes fiestas, como la Semana del Libro, la Fiesta Americana, o el Día de Europa; y los juegos, de los que han investigado veinticinco de diferentes partes del mundo.

En total, han realizado 70 vídeos, 350 minutos de audio en más de 25 programas de radio, 95 actividades catalogadas, 30 talleres en las 16 fiestas o celebraciones y actos solidarios celebrados.