La Junta apuesta por la mejora y flexibilidad de las ayudas de incentivos agroindustriales

En estos términos se ha expresado la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal, que ha ofrecido hoy lunes en Mérida un balance sobre estas ayudas, acompañada del director general de Política Agraria Comunitaria, Javier Gonzalo.

La Junta ha destinado 29 millones de euros a la convocatoria de ayudas de incentivos agroindustriales, de 2019, a la que se han presentado 174 proyectos, que están en proceso de estudio. De ellos, sobresale el proyecto de matadero de Zafra, presentado por un valor de 20 millones de euros de inversión, y que ya tiene la calificación urbanística y el informe ambiental estratégico. 

Se ha mejorado esta convocatoria de 2019 en “aspectos importantes” –ha subrayado la titular de Agricultura– como la subida, en un 5 por ciento, para las inversiones realizadas por sociedades participadas por empresas de transformación de productos agrarios, “al objeto de unificar el proceso de producción y el de transformación, el manejo de recursos energéticos, la gestión de residuos y sus productos”, o a aquellas empresas cuyo objetivo sea obtener la homologación de su industria para la exportación internacional.

También se ha aumentado un 5 por ciento adicional a las inversiones que tengan un valor añadido de la producción primara regional por motivos de eficiencia logística y un 10 por ciento, los proyectos de economía circular. La inversión auxiliable es como máximo de 20 millones de euros.

Como novedad, se ha valorado con más puntos aquellas iniciativas presentadas en los términos municipales de la comarca de Campo Arañuelo, por ser “zona de transición ecológica”.

De ese modo, ha asegurado la consejera, se mantiene el compromiso de la Junta con esta comarca, que “es claro”, al presentar hace unos días la inversión de 5 de millones de euros durante esta legislatura para la Comunidad de Regantes de Valdecañas.

CONVOCATORIAS PREVIAS

Begoña García ha expuesto que entre los años 2015 y 2019 la Junta sacó estas convocatorias por un valor total de 106.500.000 euros, un 16 por ciento más, y dobla la inversión privada respecto a la anterior legislatura.

A su vez, según datos ofrecidos por la consejera, su departamento destinó, en 2018, 25 millones de euros, de los que se han resuelto ayudas por valor de 19,7 millones de euros y la inversión privada asciende a 79.900.000 euros, “cifras que hablan por sí solas”. Además, se han beneficiado 136 proyectos, de modo “que no se ha dejado a nadie fuera que cumpliera los requisitos”.

De ellos, 38 son del sector del aceite, 9 de aderezo, 18 de cereales y piensos, 10 de conservas vegetales, 29 de futas y hortalizas, 22 de industria cárnica, 4 de industria láctea y otros 6 proyectos diferentes.

Entre las empresas beneficiaras de esta convocatoria de 2018, la más significativa ha sido Monliz, primera empresa instalada en la Plataforma Logística del Suroeste Europeo, en Badajoz, que ha creado más de 25 puestos de trabajo, con una inversión aprobada de casi 15 millones de euros y una subvención en incentivos agroindustriales de casi 3 de millones de euros.

Son “datos potentes”, ha concluido la consejera, que “demuestran que nos hemos implicado en mejorar juntos con un único objetivo: transformar y optimizar el principal motor económico de nuestra región: el campo”.