Cordero alaba el trabajo de los acehucheños para conseguir que Las Carantoñas sean Fiesta de Interés Turístico Nacional

Ya está todo preparado en Acehúche para celebrar, un año más, la fiesta de las Carantoñas, Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1987, y que tendrá lugar los días 19 y 20 de enero.

La presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero, acompañada del vicepresidente primero y diputado de Desarrollo y Turismo Sostenible, Fernando Grande Cano, y de la alcaldesa de Acehúche, Obdulia Bueso, ha presentado este jueves “una de las fiestas más singulares de nuestra provincia”, ha dicho, “y que por su identidad y por el trabajo de todos los acehucheños y acehucheñas merece ser reconocida Fiesta de Interés Turístico Nacional”.

En este sentido, la alcaldesa ha anunciado que ya se ha recopilado toda la documentación necesaria para poder optar a este reconocimiento, por lo que ahora se espera el preceptivo informe de la Junta de Extremadura y el posterior estudio y dictamen del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. “Creemos -ha aseverado Bueso- que reunimos todos los requisitos imprescindibles, antigüedad, continuidad en el tiempo, arraigo popular, participación, originalidad, etcétera”. Algo que ha sido reiterado por el cronista oficial de Acehúche, Salvador Calvo, que ha recordado que el origen de esta fiesta se sitúa en el siglo II después de Cristo, lo que le da un valor incalculable, además de que enlaza con una tradición mediterránea en la que se tendía a disfrazarse de bestias.

Charo Cordero ha manifestado la importancia de respaldar y apoyar la tradición, la identidad y la cultura de los pueblos, “porque son parte del motor de desarrollo que nos hará atraer y fijar población al medio rural”. Con este objetivo, la Diputación, ha sostenido la presidenta, ha aumentado en un 75% la partida presupuestaria destinada a apoyar a las 22 fiestas de interés turístico de la provincia, así como las del mantenimiento de los centros de interpretación, que son ya más de 40 en la provincia, y la partida de promoción turística. “Es algo a lo que las Instituciones estamos obligadas, porque es el trabajo de la ciudadanía, es su esfuerzo y su lucha por mantener vivos sus pueblos y con ellos su historia”.

Las Carantoñas

Cuenta la leyenda que San Sebastián fue asaetado y atado a un árbol en el Monte Palatino por no querer renunciar al Cristianismo. Allí, se esperaba que fuera devorado por las bestias, pero en lugar de ello, los animales percibieron su santidad y lo adoraron, danzando a sus pies y haciéndole caricias y carantoñas.

Así, hoy, las Carantoñas, que en esta edición serán más de 50, son hombres cubiertos con pieles de animales y con la cabeza cubierta con una máscara también de pieles y frutos. Portan en sus manos un ramo seco de acehúche con el que espantan a quien quiera acercarse al Santo. Generalmente, el motivo que lleva a un acehuceño a vestirse de Carantoña es una promesa y un agradecimiento al Santo.

Este año, tal como ha apuntado la alcaldesa, se han aumentado los puntos de información, previendo el aumento de visitantes por coincidir en fin de semana, y calculando en torno a los 10.000. También se contará con una oficina de atención a los medios de comunicación, teniendo en cuenta que cada año son más los que se interesan por esta fiesta.

Otros protagonistas de la fiesta

Los mayordomos y sus familias son claves también en estas fiestas porque son los que echan la “loa” al Santo, pidiendo y rogando por algún problema que les aqueje, y son los encargados de lo que se llama “regar el romero”, es decir, extender por las calles el romero que los mozos han recogido el día anterior.

Las “regaoras” o “patanas” son las mozas del pueblo ataviadas con el traje típico de “bayeta”. Su función es escoltar la imagen del Santo durante la procesión, regándolo de confetis.

Los “tiraores” son jóvenes armados con escopetas de cartuchos, que esperan al Santo a la salida de la iglesia, y en cada una de las bocacalles y esquinas por donde ha de pasar la procesión, disparando al unísono, a modo de salvas.

El Tamborilero recorre las calles acompañado de vecinos y vecinas del pueblo. Su música acompañará también la procesión del Santo.

La “Vaca-Tora” es una de las Carantoñas que se coloca unas varas cubiertas por una manta dejando asomar unos largos cuernos de vaca. Lleva colgado un descomunal cencerro y su misión es dar por finalizada la fiestas, asustando a las Carantoñas y dispersándolas entre carreras y jolgorio en el que participan todos los asistentes.