Jarramplas bate récord con más de 23 toneladas de nabos preparadas para lanzar este fin de semana en Piornal

 Este año será un solo Jarramplas (Cándido Moreno) el que se enfrente a los 23.500 kilos de nabos que lanzarán los piornalegos y piornalegas este fin de semana en la fiesta de Jarramplas, en honor a San Sebastián, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.

La presidenta de la Diputación, Rosario Cordero, y el alcalde de Piornal, Ernesto Agudiez, acompañados del Jarramplas de este año, han presentado la nueva edición de una de las fiestas “con más identidad” de la provincia, y que se celebra el 19 y 20 de enero. Una edición en la que, según ha indicado el alcalde, “se ha batido el récord de recogida de nabos, alcanzando las 23,5 toneladas”, y en la que se espera también batir récord de visitantes, ya que, este año, la fecha cae en fin de semana.

Agudiez ha agradecido el esfuerzo y el apoyo continuo de la Diputación con el turismo, la cultura y las tradiciones de los pueblos, en referencia a las ayudas destinadas a las fiestas de interés turístico, así como al impulso para la apertura de los centros de interpretación, recordando que “durante todo el año la gente puede visitar el Museo interactivo de Jarramplas, que hemos podido abrir gracias al apoyo de la Diputación”.
En este sentido, la presidenta ha recordado que el “turismo es una pata muy importante de la economía de nuestra tierra y, entre todos, tenemos que conseguir mantener la identidad, la cultura y las tradiciones porque todo eso genera puestos de trabajo y mantiene población en nuestro medio rural”.

Jarramplas

Jarramplas, el ladrón de ganado, según una de las tantas leyendas que se narran en torno a esta figura, será encarnado en esta ocasión por Cándido Moreno, un solo Jarramplas que será perseguido por los vecinos y vecinas y golpeado por los nabos que se le lanzarán. Sin embargo, junto al carácter pagano y lúdico, esta es una fiesta también llena de fervor y religiosidad, una fiesta en la que San Sebastián se deja adorar y procesionar entre ofrendas, peticiones y Alborás.

Cándido Moreno ha explicado los sentimientos que conlleva encarnar a Jarramplas, “orgullo, pasión, emoción, satisfacción… orgullo por mantener nuestras tradiciones y por que el pueblo se divierta”. Unas palabras que pronuncia vestido con un traje cuya máscara pesa cerca de 50 kilos, una máscara elaborada con fibra de vidrio. Moreno recuerda que ya es “reincidente”, pues fue Jarramplas en 1999 y 2002. “Creo que después de esta ya no habrá otra vez, porque hay una lista de espera hasta 2039”.