Especialistas analizan en Badajoz la situación de la integración migratoria en Europa

Durante la inauguración, el director de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, Juan Carlos Moreno, ha señalado que el proceso de integración europea, entre sus logros, "ha sabido borrar las fronteras interiores de Europa pero siguen las fronteras exteriores, que se han convertido en muros imposibles de sobrepasar". Y ha dicho que nuestra frontera sur, el Mediterráneo, a veces parece que es el "mar muerto o el mar de los muertos por la gente que se queda ahí intentando llegar a Europa".

Moreno ha apuntado que la Unión Europea "tiene el 7% de la población mundial, pero su gasto social es el 50% del total mundial, de ahí que muchas personas quieran venir", pero Europa se blinda ante esta llegada. Ha subrayado que "la mayoría de los europeos emocionalmente aceptan acoger refugiados, pero políticamente es otra cosa porque es un tema de competencia nacional y seguimos con la cerrazón a acoger refugiados e inmigrantes".

Ha terminado incidiendo en el compromiso de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste para ser un "cauce de análisis y reflexión, un foro abierto para exponer opiniones y confrontar ideas para, en la medida de lo posible, llegar a soluciones".

En esta jornada, enmarcada en el programa Campus Yuste, se trabaja desde diferentes enfoques y estrategias. Entre los ponentes han estado Tomás Calvo Buezas, catedrático emérito de Antropología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y fundador del Centro de Estudios sobre Migraciones y Racismo (CEMIRA); y Gonzalo Fanjul Suárez, director del área de Análisis de Políticas de ISGlobal e impulsor de la Fundación porCausa (periodismo e investigación contra la pobreza), además de coeditor del blog del diario El País ‘3.500 Millones’.

Calvo Buezas ha señalado que la "historia de la humanidad es la historia de las migraciones humanas". El ser humano es naturalmente "migrante, mestizo y diverso", por eso no nos debe extrañar las migraciones. Ha puesto el acento en dos elementos como causas de las migraciones: la desigualdad económica y los desequilibrios demográficos y ha señalado que "el trabajo es la mayor llamada para los inmigrantes, de ahí que la mejor forma de integración sea un trabajo con condiciones que no sean explotadoras".

Por su parte, Gonzalo Fanjul ha señalado que la migración no es fenómeno moderno, desde el siglo XIX ha habido oleadas migratorias. Fanjul ha realizado un diagnóstico del sistema migratorio actual, al que ha calificado de "inmoral desde el punto de vista ético e insensato desde el punto de vista económico", además ha señalado que este sistema ignora "la inevitabilidad de los flujos migratorios.

Los países, ha añadido, se empeñan en controlar los flujos como si fueran un grifo que se puede abrir o cerrar, cuando la movilidad de las personas depende de factores que se escapan al control de los gobiernos", por lo tanto los flujos migratorios "se tienen que gobernar, no controlar".

Fanjul ha detallado que 250 millones de personas migran en el planeta y ha incidido en varias cuestiones como que las migraciones son un fenómeno natural, "todos somos resultado del desplazamiento"; también ha señalado que "las migraciones y la movilidad son un fenómeno positivo”, afirmando que “la emigración es una palanca de desarrollo".

Otros participantes han sido el coordinador territorial de la Fundación CEPAIM en Extremadura, Mehrad Alizadeh, y el coordinador autonómico de Cruz Roja Española en Extremadura, José Aurelio González Peinado.

Esta jornada se enmarca dentro del proyecto ‘Europa ante los desafíos globales de la Cooperación al Desarrollo’, financiado por la AEXCID, que pretende profundizar, desde Extremadura, en el papel de la Unión Europea como región que tiene ante sí grandes desafíos internos dentro de un marco global de crisis y transformación, y que a su vez está comprometida con el Desarrollo Sostenible como un reto global en el que la cooperación entre actores públicos, privados y de la sociedad civil, así como entre regiones y países, es clave para la consecución de objetivos compartidos.