Rosa Balas inaugura el seminario doctoral de las becas Sofia Corradi sobre paz y valores europeos

El seminario reúne a los diez investigadores seleccionados con una beca de investigación y movilidad en estudios europeos para exponer sus trabajos ante el resto de investigadores y profesores. Posteriormente los trabajos serán publicados por la Fundación en su colección 'Cuadernos de Yuste'. Los investigadores pasarán a formar parte de la red Alumni Europea de Yuste que actualmente está compuesta por unas 80 personas repartidas por gran parte del Mundo, en muchos casos, ocupando puestos de relevancia en instituciones europeas.

En la inauguración intervinieron el vicerrector de Calidad de la Universidad de Extremadura, Juan Carlos Preciado; Lucia Barbato, responsable de la oficina Académica de la Embajada de Italia en España; Jürgen Elvert, cátedra Jean Monnet de Historia Europea de la Universidad de Colonia (Alemania) y director del seminario, y José María Hernández, alcalde de Cuacos de Yuste. El seminario cuenta con la colaboración de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo y del Gobierno de Italia, país de procedencia de la premiada.

Durante la inauguración, la presidenta de la Comisión Ejecutiva de la Fundación Academia Europea de Yuste, entregó la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, que recogió en su nombre el pasado 27 de febrero, galardón otorgado por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, que premian a las personas físicas y jurídicas y a las entidades, tanto españolas como extranjeras, que se hayan distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que hayan prestado servicios destacados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional.

Durante su intervención, la directora general recordó que la nueva Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste pretende aunar “la doble visión europea y americana que tiene Extremadura”, y aludió a la frase que la eurodiputada Elena Valenciano dijo en el curso celebrado la semana pasada sobre la integración Unión Europea y América Latina que explicaba que, “los jóvenes habían pasado de verse en las guerras a encontrase gracias al programa Erasmus”. Para Balas, esa frase recoge el “espíritu de los mejores 60 años de Europa y de nuestra historia”.

PROGRAMA ERASMUS

Balas explicó que desde la puesta en marcha del programa Erasmus en 1987, casi cinco millones de estudiantes han viajado a otro país, lo que supone que sus familias, de forma indirecta, también lo hagan porque una vez que conocen el país de destino, se incrementa el interés por todo lo que sucede allí, lo que se traduce en “un mayor y mejor conocimiento de Europa”.

Para la directora general, la falta de oportunidades y de desarrollo socioeconómicos en los territorios son las principales causas de conflictos armados y de desigualdad. “Extremadura, que lleva la solidaridad en su ADN, contribuye a desarrollar socioeconómicamente proyectos en países prioritarios en África y Latinoamérica, zona esencial de nuestro eje exterior”.

Rosa Balas recordó que Sofia Corradi le había transmitido su deseo de que el programa Erasmus fuera una realidad tan importante en América Latina como en Europa, pidiéndole que utilizaran la figura de Carlos V, a través de la Fundación, para fomentar el vínculo de esa unión. “Desde Extremadura estamos contribuyendo a esa integración a través del proyecto América Campus que concede 120 becas para fomentar el intercambio entre estudiantes de la Universidad de Extremadura y de América Latina”, explicó.

Por su parte, Lucía Barbato, responsable de la oficina Académica de la Embajada de Italia en España, destacó la labor de la Fundación por su reivindicación de los valores del Viejo Continente por medio de “la cultura, la formación y la investigación”, lo que demuestra su “eficaz compromiso con la esencia de los ideales humanistas de la civilización occidental”. El proceso de integración europea “debe mucho a la movilidad trasnacional de los estudiantes europeos posibilitado y potenciado por el fructífero proyecto de Mamma Erasmus”. A su juicio, los estudiantes y profesores Erasmus en Italia y España suponen una “sorprendente red de relaciones, una potencia impresionante para las acciones bilaterales, para la cooperación de ambos países, en la senda de la constitución de una Europa cada vez más unida”.

Lucía Barbato tuvo un sentido recuerdo para las estudiantes Erasmus víctimas del terrible accidente sufrido el 21 de marzo de 2016 en Tarragona, y especialmente para las siete alumnas italianas, y para homenajearlas, el Ministerio de Educación, Universidad e Investigación de Italia junto con la Universidad decidieron dedicarles siete becas de doctorado que recuerdan el infortunio, pero que a la vez, “miran hacia el futuro de nuestros jóvenes y de nuestro mundo porque nuestro compromiso es seguir construyendo una Europa mejor y un mundo mejor”.

Finalmente la profesora italiana, Sofia Corradi-Mamma Erasmus, Premio Europeo Carlos V, pronunció la ponencia inaugural del seminario doctoral detallando que desde el inicio del programa Erasmus, “cinco millones de estudiantes de unas cinco mil instituciones europeas de educación superior” se han beneficiado del proyecto, siendo este año unos 300.000 estudiantes los que están participando”.

Para Sofia Corradi, Erasmus no está dirigido a aprender o dominar lenguas extranjeras ni es exclusivamente para estudiantes destacados, y “más que un privilegio para los pocos es una oportunidad para muchos” porque no se centra en aprovechar las excelencias académicas. “Un estudiante de ingeniería que va de Erasmus no se convierte en un mejor ingeniero tanto como una persona mejor”, dijo.

El elemento verdaderamente relevante de Erasmus no es el hecho de estudiar en el extranjero, sino “la experiencia de inmersión total en una cultura diferente; en estar inmersos en un modo de vida diferente, en las interacciones personales directas en situaciones cotidianas con personas de la misma edad y nivel educativo, teniendo que afrontar los mismos problemas prácticos de la vida universitaria, pero en otro país”. Lo que ahora se llama el "efecto Erasmus" se adquiere directamente de la experiencia de inmersión y sin el uso de paradigmas teóricos. Los estudiantes simplemente lo viven para aprenderlo.

La galardonada con el Premio Europeo Carlos V e impulsora del programa Erasmus afirmó que viviendo una experiencia Erasmus, los mayores objetivos se alcanzan en el campo del crecimiento personal, en la adquisición de cualidades de liderazgo, sabiduría y creatividad. Erasmus crea una mentalidad dialógica que se convierte en una característica muy general y permanente del individuo e influye en todas las relaciones futuras que tendrá el individuo al encontrarse con personas nuevas. “Creo que tenemos el deber moral de considerar cuidadosamente qué mejor uso podría hacerse de estos recursos para el beneficio de la gran familia humana”.