La Comisión Europea entrega en Guadalupe el sello de calidad DOP a la miel Villuercas-Ibores

La Comisión Europea ha incluido en el Registro de Denominaciones de Origen Protegido (DOP) de la Unión Europea a la miel “Villuercas-Ibores”. Dimitri Barua, portavoz de la Representación de la Comisión Europea en España, ha sido el encargado de entregar el certificado que acredita su inclusión en este marchamo de calidad en un acto celebrado en el parador de Guadalupe (Cáceres), en presencia de autoridades autonómicas y locales. Barua ha elogiado el trabajo de todos los que han conseguido registrar esta nueva DOP, una muestra concreta de lo que Europa puede aportar al desarrollo de la economía local.

En el acto han participado también Begoña García Bernal, consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura; Fernando Grande Cano, Vicepresidente primero y diputado de Desarrollo y Turismo Sostenible de la Diputación Provincial de Cáceres, y Nelia Pulido, directora técnica de la Denominación de Origen “Miel Villuercas-Ibores”.

En su intervención, el diputado provincial ha querido dedicar sus primeras palabras “a los hombres y mujeres de la comarca, gracias a los que podemos preservar la forma de elaborar un producto que ha sido capaz de traspasar nuestras fronteras y convertirse en tarjeta de presentación de una tierra que sabe hacer las cosas bien”.

Grande Cano ha reiterado la apuesta de la Diputación de Cáceres por las denominaciones de origen. “Nuestro compromiso -ha dicho- vuelve a quedar plasmado este año 2017 con el mantenimiento de un partida económica destinada a estos productos de calidad”, como es el caso de la Miel Villuercas-Ibores.

Esta miel, elaborada por las abejas Apis mellifera con la flora autóctona extremeña, incluye cuatro variedades: miel monofloral de retama (Retama sphaerocarpa), miel monofloral de castaño (Castanea sativa), miel de milflores y miel de mielada.

La zona geográfica de producción de esta miel se localiza en el sudeste de la provincia de Cáceres y abarca 27 municipios que forman la comarca de Villuercas-Ibores. Con un marcado carácter rural y municipios de baja densidad de población, la agricultura y la ganadería son el principal sustento. Estas circunstancias, junto con su flora autóctona, hacen que la apicultura se presente como una actividad idónea.

Una recolección arraigada a la tradición

Como prácticas tradicionales locales del sector apícola de la zona de producción, cabe destacar el sistema de explotación que se realiza. No se practica la trashumancia y únicamente se permite el traslado de las colmenas dentro de la zona de producción. Otra característica fundamental del proceso es que se deja la miel del último corte para que la colmena coma. De esta forma, los apicultores de la zona efectúan un aprovechamiento del colmenar de forma no intensiva. Así, en la castración efectuada en el otoño no se realiza la extracción total de la miel, sino que se dejan las reservas necesarias de miel para la alimentación de la colmena. De esta manera, se respeta el bienestar de la abeja y se lleva a cabo la sostenibilidad de la colmena, manteniéndose a las abejas en plenas condiciones. 

Ejemplo de valorización de los productos de origen agrícola y de sostenibilidad

A través de la política de calidad de la PAC, la UE establece una serie de medidas para ayudar a los productores a aprovechar la buena reputación de calidad de los productos europeos a fin de mantener la competitividad y la rentabilidad. Un instrumento clave para ello son las denominaciones de alimentos protegidas. La producción de estos productos de calidad certificada contribuye a la diversidad, al desarrollo y al crecimiento en las zonas rurales donde se producen, y preserva los conocimientos, las cualificaciones y el empleo local. 

Más de 354 productos con Indicaciones Geográficas en España

La miel “Villuercas-Ibores” se suma a los más de 3 300 productos que ya están protegidos bajo el sello de Denominación de Origen Protegida, Indicación Geográfica Protegida o Especialidad Geográfica Protegida en Europa. España, con 354 indicaciones geográficas (13 originarias de Extremadura), es el tercer país en Europa con más productos protegidos de esta manera.

Los logos correspondientes identifican los productos que se producen, procesan y elaboran en una zona geográfica específica, utilizando el conocimiento reconocido de los productores e ingredientes locales de la región de que se trate. Son productos cuyas características están vinculadas a su origen geográfico. Deben cumplir con un conjunto preciso de especificaciones y pueden llevar el logotipo de la DOP en sus envases.

Si bien el proceso de fabricación de una IGP/DOP puede conllevar costes superiores a la de un producto sin ese sello, se calcula que permiten obtener un precio a la venta 2,3 veces superior, permitiendo así mejorar las rentas agrarias mientras se preservan métodos de producción tradicionales.

Las indicaciones geográficas son cada vez más importantes en Europa y se calcula que estás generan un valor anual de más de 54.000 millones de euros en ventas (30.000 millones corresponden a vinos). La Comisión Europea trabaja también para proteger las indicaciones geográficas fuera de la Unión Europea, mediante acuerdos comerciales. Por ejemplo, en el tratado comercial con Canadá (CETA), que se somete esta semana a la votación del Parlamento Europeo, reconoce 27 nuevas indicaciones geográficas españolas, otorgándoles la misma protección contra usurpaciones que en Europa.