Ya no vemos a los mamarrachos hasta el martes

La murga "Yo no salgo" ha sido la sexta en actuar en la final del concurso de murgas del Carnaval de Badajoz 2016. Locos de alegría porque su familia se ha ido a la nieve, pero más por haber pasado a la final, han salido estos mamarrachos. Y ahora sí que tienen claro que van a salir desde el viernes hasta el martes. A lo mejor no tenían las mejores voces, pero una naturalidad en el escenario y unas letras tan locas, que se merecían otro puesto claramente. Se han superado respecto a las actuaciones anteriores y el público se lo ha reconocido con sus aplausos y risas.

No se esperaban verse en la final y han recuperado un pasodoble y un cuplé de su actuación en preliminares. El primero (el que se ha mantenido) en el que han señalado que el carnaval lo hacen los que participan en él, no los gobernantes de aquí. Y el segundo han comentado que no se veían en la final. ¿Y ahora qué hacen, con el disfraz que huele a martes de carnaval? Y es que estos mamarrachos están tan ilusionados... de irse al botellón, que ya ha empezado la fiesta. Pero poniéndose un poquito serios, para ellos su sueño ha sido subirse otra vez en el escenario en la final y cantar con sus compañeros.

El primer cuplé se ha mantenido, de su actuación en la primera fase del certamen, que hablaron de que el concurso estaba amañado y es que siempre traen a un jurado muy malo. Pero los que deciden de verdad son los asistentes. Y el segundo cuplé, este sí renovado, que nos ha extrañado mucho cuando decían que a ellos no les interesaba el sexo. Y es que son el tipo de hombre que prefiere el ajedrez, y aunque se les acerque la chica más sexy no tendría ninguna posibilidad. A menos que... eso se quede en la letra de una murga y luego tengan faena. 

Con tanta emoción estos mamarrachos no han podido aguantarse y en el popurrí se ha desatado la locura. Y es que tienen las letras más descaradas y más auténticas de todo el concurso. Y no se les ha escapado ningún detalle al describir el carnaval de Badajoz. Como ellos dicen, un buen mamarracho no se mueve de sus carnavales.