Viajero, volvamos por unas horas a Brideshead. Retornemos a un mundo caprichoso, a un universo casi irreal. A las vacaciones de los alegres muchachos de Oxford, a los juramentos de otoño para una amistad eterna, a las tediosas horas del té, a los placeres etílicos furtivos.
En Lusitania existen muchos caminos ingleses. Existe la senda aquella que hizo y deshizo Wellington en 1811 por tierras del Alentejo, de la Albuera y de Badajoz para luchar contra tropas napoleónicas, contra el tiempo y contra sí mismo....[http://lacasadelosnomadas.blogspot.com/2009/11/la-ruta-del-te.html]