En el siglo XXI continuamos empeñados en la búsqueda de la felicidad. Cuanto más se desea más fácil sucumbir a los mensajes de chamanes, coachs, gurús, loterías, corporaciones y demás profesionales que nos dicen que saben dónde está. La inteligencia emocional se nos presenta como una herramienta para hacer frente a las demandas que el discurrir de la vida nos presenta. Hacer frente, afrontar, significa aceptar que nuestra vida es una vida muy pero que muy influida por las vidas de los que nos rodean.
La Inteligencia Emocional nos ayuda a ver en qué medida somos competentes para afrontar las consecuencias de esta influencia. Competencias emocionales que sirven para poder reconocer nuestras emociones y así poder ejercer autocontrol. Competencias emocionales que nos permiten entender nuestras emociones y por lo tanto las de los demás.