Un juego de luces, un salto en el escenario y el público inmediatamente en pie. Comienza el espectáculo. La euforia contenida explota con los primeros acordes de las guitarras, y las primeras letras entonadas por Manolo García. Desde ese instante, comienzan un concierto sin precedentes que ha dejado a todos los presentes con ganas de más.
Su actitud es incombustible y así lo ha demostrado durante las casi tres horas que ha durado el concierto. El hecho de que comenzara con un ligero retraso pasó totalmente desapercibido para todos los que esperaban ansiosos la salida del músico al escenario. Miles de personas aclamaron al artista sin parar, haciendo de coro en cada una de sus canciones. Un cita esperada, que ha contado con la presencia de extremeños de toda la comunidad y numerosos fans de otros puntos de España.
La monotonía no se instaló en el concierto en ningún momento y el público aguantó con energía durante todo el tiempo. Ni en los descansos se pudo percibir algo menos de euforia entre el público. Es más, la energía fue creciendo a medida que los temas iban hechizando a los presentes con esa melodía que tan solo Manolo sabe transmitir en directo. Un espectáculo que más parecía un viaje al pasado en el que a parte de hacer un repaso a sus nuevos temas, sus grandes éxitos de cabecera tales como, "Rosa de Alejandría", "Pájaros de Barro", "Insurrección" "Prefiero El Trapecio" o "A San Fernando", fueron los verdaderos protagonistas del concierto.
Miles de teléfonos moviéndose al compás de sus canciones sin querer perderse ni un segundo del espectáculo es un claro ejemplo de que auditorio, con un lleno más que favorable, estaba entregado y desbordante de energía. Y es que, han sido numerosas las ocasiones en las que apenas se escuchó su voz para dejar que fuera el público el que cantara sus canciones.
El compromiso del cantante con sus fans se ve desde lejos. Varias han sido las ocasiones en las que se ha bajado del escenario para cantar con el público. Al finalizar el primer bloque también quiso dar una vuelta entre el público pero fue imposible y tuvo que volver de nuevo al escenario.
A grito de "Manolo presidente" el público se despedía. Un conjunto de música, espectáculo y diversión que ha sido un broche de oro magnífico a la programación de conciertos de la feria San Juan de Badajoz 2016. Ahora tan sólo queda esperar a que nos vuelva a deleitar con otro espectáculo de estas características en algún otro rincón de Extremadura.
