Y es que en junio sucede algo mágico, desaparece la Mérida actual y emerge la de hace 2000 años, recreando la forma de vida de Emérita Agusta y toda la ciudad viaja al siglo I para transformarse en una auténtica villa romana que acoge a todo el que llega, lo integra haciéndole sentir como si viviese en aquella época.
Lo que se pretende con esta recreación es recuperar la identidad del mundo romano, sus ritos, sus creencias y ver qué nexos de unión existen entre los hombres y mujeres de aquella época y los hoy día. De esta manera ofrecen los requisitos fundamentales del turismo: patrimonio, cultura, gastronomía y ocio aprovechando el nexo de unión con el vínculo romano, ya que son muy pocas ciudades las que poseen este vínculo con la época romana.
Para completar la oferta turística se ha configurado una agenda de eventos durante todo el año, como por ejemplo el Carnaval romano, que está en vías de ser declarado Bien de interés Regional, el Festival de Teatro Clásico de Mérida, el concurso nacional de Drag Queens, en este sentido, la imagen del Festival de Teatro estará presente en una guía de turismo LGTBI que ha realizado la Junta de Extremadura.
La Semana Santa, que está a punto de ser declarada Bien de Interés Turístico Internacional, también es un reclamo turístico de primer orden, ya que son muy pocas las ciudades que recrean los pasajes de la vida y obra de Jesús sobre los monumentos romanos. Para ello han proyectado un vídeo promocional titulado “Mérida, pasión por la Semana Santa”.
Por otro lado, se están creando unas rutas de la artesanía con la finalidad de que el turista además de ver conocer la época romana pueda consumir también artesanía.
Los datos más relevantes en turismo son 827.000 visitas en distintos ámbitos, patrimonial, cultural consiguiendo un aumento del volumen importante de visitas.