De nuevo, otra noche más, la murga oliventina "Los 3W" ha vuelto a llamar a las puertas del teatro López de Ayala y se la hemos tenido que abrir. Estos testigos "pa' jorobá" no se dan por vencidos. Y es que, como ellos mismos dicen, son la algería de la puerta.
Han tenido tiempo para renovar los pasodobles, ya que nadie les quiere abrir. El primero de ellos ha señalado a una sociedad sin secretos ni confidencialidad, compartiendo todo lo que hace en las redes sociales. Así nos vamos a quedar como "zombies de postureo" y viendo todo a través de una pantalla, no disfrutaremos de la vida. Una dura realidad. Y el segundo pasodoble ha estado dedicado a los donantes de sangre. Como ellos dicen, no hay nada más hermoso que poder salvar vidas con su propia savia.
Los cuplés también los han cambiado. El primero ha hablado de los anuncios de televisión, que cada vez son más exagerados, de una forma muy cómica. Friegaplatos que te los dejan invisibles, champús que provocan orgasmos... ¡una locura! Y el segundo ha ido de lleno a la Volkswagen y el escándalo de los coches trucados. Y es que detectarlo ha sido más difícil que encontrar a un republicano en casa de los Borbones.
El popurrí no lo han tocado, ni falta que les hace. Las carcajadas estaban garantizadas solo con su comienzo: estos testigos de Jehová ya lo eran desde el vientre de su madre... testigos de las noches de lujuria con su padre ( y con el negro del WhatsApp). A estos "quematimbres" ni San Pedro les va a abrir las puertas del cielo, pero hoy se han ganado que les abramos las de la final.
Murga Los 3 W 2016 en la Actuación de las semifinales del concurso de Murgas del Carnaval de Badajoz 2016.