EL BALNEARIO El balneario original fue construido por los romanos en el siglo tercero, pero han de transcurrir largos siglos de decadencia y abandono hasta que en el XIX se recupera su uso.
Se acomete entonces la rehabilitación del balneario romano, del que han llegado hasta nuestros días dos termas circulares techadas en cúpula declaradas monumento nacional.
Al mismo tiempo, se emprende la construcción de nuevas instalaciones que se integran en la estructura primitiva, piscinas sobre el manantial, dependencias con bañeras de mármol y galerías de duchas a las que se accede a través de soleados patios y paseos de grandes árboles.
HISTORIA DE LOS BALNEARIOS El siglo XX es testigo de profundos vaivenes en la historia de los balnearios, que disfrutan en los años veinte de su época de máximo esplendor para después caer en el olvido en los años setenta.
A finales de siglo se asiste al progresivo auge de una cultura termal que ha permitido reanudar un proyecto cuyo objetivo primordial es proporcionar atención a la salud y el bienestar integrando terapias tradicionales y tratamientos complementarios, piscinas de hidromasaje, salas de inhalaciones, baño turco y salas de masajes y tratamientos de estética.
TRANQUILIDAD Y DESCANSO Crear un entorno de tranquilidad y descanso adecuado al tratamiento hidrotermal constituye un objetivo primordial en el proyecto de actualización del balneario.
Así, los tradicionales parques para pasear se amplían con espaciosos jardines para tomar el sol y practicar la cura kneipp, se construye una piscina de hidromasaje exterior y se habilita una guardería al aire libre y una pequeña zona deportiva donde jugar al pádel y alquilar bicicletas y piraguas y desde la que están señalizadas varias rutas de senderismo para subir a la sierra o al castillo.