“Nube de Lágrimas” es el primer club de lectura en la nube organizado desde las bibliotecas. Esta iniciativa pionera de investigación y experimentación  busca determinar las competencias de los lectores sociales y de los bibliotecarios mediadores en esta nueva forma de fomentar lectores, de ahí la importancia que se concede al apartado de la formación, tanto de los responsables de bibliotecas como de usuarios de las mismas. Para ello, en las últimas semanas, bibliotecarios salmantinos y pacenses han asistido a jornadas de formación para poder, a su vez, formar a los 64 lectores que participan en “Nube de Lágrimas”.

Hasta finales de marzo, estos lectores leerán una versión enriquecida de la novela de Rosa Montero “Lágrimas en la lluvia”, una versión especial y única que la editorial Seix Barral ha aportado para el proyecto. Lo harán en dispositivos iPad y podrán llevar a cabo una lectura social a través de la plataforma Readmill, constituyéndose un grupo cerrado en Facebook para dinamizar la lectura.

Siguiendo la estela marcada por el programa “Territorio Ebook, lecturas sin fin” de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, el Centro de Desarrollo Sociocultural se embarca en este proyecto, teniendo como compañeros de viaje a la Diputación de Badajoz y a la Universidad de Salamanca.

Esta iniciativa, destaca Javier Valbuena, director del Centro Sociocultural  de Peñaranda de Bracamonte, sede de la Fundación, no hubiera sido posible sin el trabajo de cuatro años y con el precedente del programa “Territorio Ebook”, que alumbró el hecho de que la biblioteca formara parte esencial en los lectores digitales,   desarrollando una aplicación para la formación del lector social y la monitorización del proceso. En el mismo han trabajado dos equipos de investigadores de la Universidad de Salamanca,  dirigidos por los profesores José Antonio Cordón y Emilio Sánchez. 

La Diputación de Badajoz, desde que en 2004 firmase un protocolo de colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, para la creación del Plan de Fomento de Lectura “Un libro es un amigo”,  ha ido asumiendo propuestas innovadoras del Centro de Desarrollo Sociocultural, al tiempo que ha desarrollado sus propios programas.

De hecho, el presidente de la Diputación pacense ha recordado que ningún pueblo carece de biblioteca en la provincia, un reto asumido desde hace años por los ayuntamientos democráticos y por la Junta de Extremadura y que la Institución Provincial asumió en la tarea de incrementar anualmente los fondos bibliotecarios públicos y dar vida a las bibliotecas. “El resultado de todas esas acciones coordinadas -precisa Valentín Cortés- es que los bibliotecarios no representan sólo la figura del  encargado de mantener el silencio en esos lugares casi sagrados, sino del que organiza actividades que invitan a leer a los ciudadanos”.

Los clubes de lectura se constituyen con ciudadanos  que leen el mismo libro al mismo tiempo y que son coordinados desde la biblioteca. “Sin embargo -sostiene el presidente provincial-, en los tiempos que corren cada vez se imponen con más fuerza las redes sociales, por lo que el proyecto Club de lectura en la nube pretende formar al lector social, lector que conversa sobre lo que lee utilizando los nuevos soportes tecnológicos”.

Y aquí entra de lleno el papel de las bibliotecas públicas. Sus responsables deberán cubrir, por una parte, el uso y alfabetización informacional de los instrumentos tecnológicos adquiridos por el Servicio Provincial de Bibliotecas para el proyecto. Por otra parte, deberán guiar a los lectores en una mayor profundización de la lectura.

Indica Cortés que “en este proyecto novedoso participan 5 bibliotecas con sus clubes correspondientes, las de Azuaga, Cabeza del Buey, Don Benito, Montijo y Siruela. La conexión hacia afuera se realizará con la biblioteca del propio Centro de Peñaranda que regenta la Fundación”.

“Nube de lágrimas” pretende, por tanto, definir las competencias digitales del lector social y diseñar una nueva metodología con lectores, bibliotecarios y autores.

La escritora Rosa Montero se declara hipertecnológica, convencida de que los soportes digitales brindan más posibilidades al lector de interacción con el texto, ya sea para complementarlo, reescribirlo e interiorizarlo como para compartirlo y hacerlo más suyo. Se embarcó en esta aventura al considerarla “tremendamente imaginativa y minuciosa y largamente trabajada”.

Para Montero, leer salva la vida a los autores porque los pone en comunicación con sus lectores. “Esa comunicación -subraya- se puede potenciar gracias a las nuevas tecnologías”, proceso definido por la novelista como excitante, “un ejercicio de investigación posible gracias a las nuevas posibilidades tecnológicas”.

Además de escribir novelas, relatos, literatura infantil y juvenil y artículos para comunicarse con los lectores, Rosa utiliza las redes sociales, twitter y facebook. De hecho, este proyecto  aporta una manera diferente de seleccionar la muestra de lectores sin franjas de edad, establece un sistema de formación y seguimiento eficaz, una nueva metodología de dinamización a través de facebook como herramienta de conversación, y trabaja con un grupo de lectores repartidos por seis municipios de diferentes provincias.