Esther Gutiérrez destaca la importancia del trabajo colaborativo en la clausura del programa Centros que Aprenden Enseñando

En la cita, en la que también ha participado el director general de Innovación e Inclusión Educativa, Juan Pablo Venero, ha tenido lugar una mesa de diálogo, donde los centros participantes han contado sus experiencias, sus principales acciones y propuestas para el próximo curso, y han aprovechado para destacar el principal valor que aporta el programa a sus centros educativos.

En este curso, que acaba de finalizar, han participado en el programa 15 centros educativos, con 365 personas. En cada centro, 2 personas se han encargado de la coordinación y de trasladar y llevar a cabo los procesos de transformación en sus centros. Esas personas pueden certificar innovación y han tenido a su disposición un tutor por parte de los Centros de Profesores y Recursos (CPR) de la región, para acompañarles y asesorarles durante el proceso.

Este programa inició su andadura hace tres cursos, y con el año y medio de pandemia también ha sido capaz de adaptarse a las necesidades de los centros y del profesorado.

Es un proyecto a medio y largo plazo, donde el análisis y la mejora puede abarcar un periodo de hasta cinco cursos escolares. Así, los dos primeros años son esenciales en contenidos teórico-prácticos y, a partir de ahí, el centro comienza a implementar las acciones diseñadas para mejorar su centro educativo como parte de un plan llamado “espiral de mejora”.

La “espiral de mejora” tiene como objetivo principal hacer operativo el camino hacia la innovación en los centros educativos extremeños. El modo de alcanzar esta innovación es a través de la organización colaborativa de los docentes, donde todos y cada uno de los miembros del centro, e incluso de la comunidad educativa, se siente partícipe en la construcción de los procesos que intervienen en la mejora de un centro y de la organización escolar, y llega a funcionar como una comunidad profesional de aprendizaje en continuo crecimiento.

Estos procesos de mejora continua de manera colaborativa se hacen a través de metodologías activas y es una manera de encaminar a los centros a la innovación educativa.

Este curso escolar, que ya ha finalizado, los centros se han ajustado a dos objetivos concretos y han planteado acciones a llevar a cabo, como la docencia compartida; la realización de un formulario sobre motivaciones e intereses del alumnado y su perspectiva sobre qué valoran de un buen profesor, el denominado “cariñograma”; los patios dinámicos y el uso de aulas polivalentes.

Todas las acciones han sido elegidas y consensuadas en equipo, donde la organización está basada en un liderazgo pedagógico con una visión estratégica de centro que implica a toda la comunidad educativa.

Los centros educativos participantes este curso han sido el CEP Miramontes, de Azuaga; el Colegio Nuestra Señora de la Granada, de Llerena; el CEIP Fernando Serrano Mangas, de Salvaleón; el CEIP Cervantes, de Moraleja; el IESO Quercus, de Malpartida de Plasencia; el IES Albalat, de Navalmoral de la Mata; el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, de Mérida; el CEIP Patriarca San José, de Fuentes de León; el IES Ramón Carande, de Jerez de los caballeros; el CEIP Nuestra Señora de la Asunción, de La Parra; el CEIP 12 de Octubre, de Hernán Cortés; el IES Al-Qázeres, de Cáceres; el CEIP San Pedro de Alcántara, de Palomero; el CEIP Joaquín Úbeda, de Casar de Palomero; y el IES Turgalium, de Trujillo.

Están implicados también con el programa los 18 CPR de Extremadura, las Unidades de Programas Educativos de ambas provincias y el Servicio de Innovación y Formación del Profesorado de la Consejería de Educación y Empleo, en definitiva, todos los recursos de la red de formación y el impulso de la Dirección General de Innovación e Inclusión Educativa.