La gastronomía y el patrimonio monumental de Cáceres transporta al viajero al medievo

Por eso la ciudad de Cáceres es un lugar de obligada visita y una elección segura como propuesta de turismo de interior en Extremadura. Se puede comenzar la ruta por el centro en la Plaza Mayor, lugar de encuentro por excelencia de los cacereños. Aquí se ubica el edificio del Ayuntamiento, que data del siglo XIX; las Torres de la Hierba, la de Bujaco y la de los Púlpitos; y la Ermita de la Paz. Cerca del Ayuntamiento también se erige el Foro de los Balbos, que acoge el ciclo de cine de verano.

El Arco de la Estrella es la puerta de entrada a la zona de intramuros. A partir de este momento, magníficos palacios, casas solariegas, iglesias y conventos arropan las plazas, como la de Santa María, la de San Mateo o la de Las Veletas, transportando al visitante al medievo.

Entre esas edificaciones destaca la Concatedral de Santa María, templo gótico del siglo XV que guarda entre sus muros la talla del Cristo Negro, representativa de la Semana Santa de Cáceres. Y tampoco hay que olvidarse de uno de los edificios emblemáticos de la ciudad y ejemplo destacado de la arquitectura cacereña, el Palacio de los Golfines de abajo, situado en la Plaza de San Jorge. Ni del Parador de Turismo, asentado en un palacio renacentista rehabilitado en pleno casco histórico.

Otro lugar recomendable para visitar es el Convento de San Pablo, en la Plaza de San Mateo. Y no solo por su carácter gótico. También porque se pueden comprar dulces que hacen en este convento de clausura las monjas clarisas. Y es que la gastronomía es otra forma de conocer la cultura de Cáceres.

Entre los platos más conocidos de esta región están las migas, elaboradas con pan, chorizo y tocino; o la caldereta de cordero, que es un guiso tradicional de origen pastoril. Manjares que maridan perfectamente con vinos de la D.O. Ribera de Guadiana. Y, por supuesto, los amantes del queso no pueden abandonar la ciudad de Cáceres sin degustar la Torta del Casar.       

Juego de Tronos en Cáceres

Pero la UNESCO no ha sido la única en rendirse al encanto de la ciudad extremeña. Los productores de Juego de Tronos, una de las series con más seguidores del mundo, eligieron la ciudad de Cáceres para rodar algunas escenas de la séptima temporada por su riqueza patrimonial y por el gran estado de conservación de las localizaciones.

La Plaza de Santa María y su concatedral, el Arco de la Estrella, el Adarve, o la Cuesta de la Compañía acogieron a la capital de los Siete Reinos, Desembarco del Rey. Y las plazas de San Mateo y de las Veletas hicieron de mercados medievales en Antigua, la ciudad donde los maestres se asientan.