“Las tías de la vara” llegan este año al Carnaval de Badajoz

Ígor Stravinski dijo una vez: “Pulcinella fue mi descubrimiento del pasado, la epifanía a través de la cual la totalidad de mi obra tardía se hizo posible. Fue una mirada hacia atrás por supuesto, la primera de las muchas historias de amor en esa dirección, pero era además una mirada en el espejo”. Con esta cita, el compositor y director de orquestra ruso del siglo XX, hacía referencia a su ballet basado en la figura del Polichinela.

Y para hacer posibles esas historias de amor de las que habla Ígor Stravinski están hoy ellas aquí, en su López de Ayala, para cantarle al carnaval, y a su ciudad. Y para hacer escuela, escuela de compañerismo, de lealtad y generosidad con su primer pasodoble. No les gusta la competitividad, ni la gente interesada en hacer del carnaval un negocio más.

Por eso también han aplaudido a las comparsas en su segundo pasodoble, dedicado a un niño que desde una esquina observa emocionado un desfile que no puede oír. Para él, estas justicieras y sus varas también tienen solución, se han llevado de jarana a Paula, la interprete que hará escuchar a ese niño la esencia de su carnaval.

Los temas de actualidad se han dado paso en los cuplés, con el ya mítico negro del whatsapp, y con el presidente extremeño como protagonista del estribillo en un burlón: “¡Eso al Vara, eso al Vara!”.

La cosa ha vuelto a ponerse más seria en el popurrí, en el que estas jovencitas “tías de la vara” han denunciado injusticias de actualidad nacional y local conjuntamente. Será que ellas vienen a quitar con su vara los problemas, será que el carnaval “¡es la finca de mis sueños!”, será que a Badajoz le cantan “¡sal y lucha, que la vida te espera!”.