El supercomputador Lusitania II multiplica por quince la velocidad de cálculo de su predecesor

Lusitania II entró en funcionamiento en el mes de enero y viene a fortalecer y complementar las capacidades del Lusitania I, multiplicando la velocidad de procesamiento por quince, según ha señalado el consejero, lo cual supone una herramienta ‘clave’, en su opinión, en las infraestructuras de investigación, de innovación y, en general, en el propio sistema científico extremeño, aunque Lusitania II ofrece servicios tanto en Extremadura como fuera del país, ya que es uno de los trece centros que pertenecen a la Red Española de Supercomputación.

Según ha indicado Navarro, la supercomputación, un concepto poco conocido por el ciudadano y la sociedad en general, ofrece unos equipos informáticos con una capacidad ‘inmensamente’ superior a la de los que conocemos en cualquier empresa, por grande que ésta sea, “de manera que algunos cálculos sería imposible realizarlos o se tardarían años”, asegura.

El supercomputador predecesor, Lusitania I, que se ubica en Trujillo, ha realizado más de 60 proyectos, desde que entró en funcionamiento en 2009, relacionados con campos de investigación tan diversos como el estudio de modelos climáticos; posibles olas de calor en Extremadura; un modelo matemático sobre la posibilidad de que se produzcan tsunamis en el Mediterráneo y en el Atlántico; proyectos en el campo de la genética; trabajos sobre las fotografías que recogen los satélites sobre la superficie terrestre; o relacionados con las industrias aeronáutica o automovilística.

Previamente, en la apertura del programa de presentación del Lusitania II, el secretario general de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jesús Alonso, había subrayado la utilidad del supercomputador tanto para la comunidad científica como para las empresas, destacando su contribución para hacer “nuestras ciudades más habitables, más sostenibles y con más servicios para el ciudadano”.

Por su parte, el director general de la Fundación COMPUTAEX, José Luis González, señaló, entre las cualidades de Lusitania II, la de la eficiencia energética, “uno de los grandes problemas a los que se enfrentan hoy día las tecnologías de la información, cuyos equipos consumen el 2% de la energía a nivel mundial”.

Lusitania II incorpora un clúster de memoria distribuida compuesto por cuarenta servidores con procesadores Intel Xeon a 2,6 GHz, con un total de 800 cores y 3,2 terabytes de memoria que encuentran cabida en un espacio físico bastante más reducido que el del Lusitania original.

El proyecto ha supuesto una inversión de 517.152 euros, cofinanciada al 80% con Fondos FEDER que aporta el Ministerio de Economía y Competitividad. El 20% restante ha sido financiado con fondos propios de la Fundación Computaex.