El Wagyu ibérico, un buey japonés que pasta en la Dehesa, triunfa en Badajoz
- Publicado: 16/12/2015 17:35
- por: extremadura.com / Marta Climent
- 931
Uno de los productos estrella en las catas que se han celebrado hoy en Pancontigo Badajoz, dentro de la iniciativa para apoyar a la Sierra de Gata, ha sido el Wagyu Ibérico.
Uno de los productos estrella en las catas que se han celebrado hoy en Pancontigo Badajoz ha sido el Wagyu Ibérico, dentro de la iniciativa turística para promover el turismo de interior en la que un grupo de empresarios turísticos y de gastronomía se han desplazado a Badajoz para presentar el destino "Sierra de Gata".
Para quienes todavía no lo conozcan el Wagyu es un tipo de vaca japonesa que ahora pasta en la dehesa extremeña, concretamente en la finca "El Campete", cerca de Santibáñez el Alto.
Alfonso García Cobaleda, gerente de la empresa familiar propietaria de la finca, ha presentado sus productos junto al cocinero Manuel Ballesteros Trejo. Han explicado en su intervención las características que un ejemplar tiene que cumplir para ser considerado "Kobe" nombre que recibe por la región japonesa en la que se cría, la variedad más exquisita de este tipo de carne. Entre ellas tiene que ser un macho castrado o una hembra virgen y no puede pesar más de 400 kg. Esta explicación era fundamental en la actividad para poder diferenciar el Kobe del Wagyu Ibérico, variedad que se produce en las dehesas extremeñas y que fue la que se cató en Badajoz. No es una ternera normal, sino que tiene infiltraciones exageradas en grasa que la hacen muy gustosa. Manuel Ballesteros explicaba que es necesario sacarla de la nevera y que esté dos días a temperatura ambiente para que se vaya relajando la grasa.
La finca "El Campete" obtuvo sus reses en Alemania en el año 2011 y Alfonso García asegura que "pasa como con el cerdo ibérico, que es muy bueno pero los rendimientos son muy bajos".
Entre las variedades de Wagyu, Alfonso explicaba que la que ellos producen es la F1, que corresponde con un 50% de mestizaje. Después están la F2 y la F3, que llega casi a ser pura raza. Aseguraba que la calidad del producto no depende exclusivamente de este porcentaje, puesto que, desde la ganadería están muy satisfechos con los resultados y, contrastándolos con otros expertos aseguran que son mejores que los de clases superiores. La dehesa y el clima de Extremadura favorecen a las reses, además del tratamiento correspondiente a la producción y, por supuesto, las manos cocineras en las que se deje la pieza.
Las opiniones de los asistentes a esta actividad han sido muy positivas incluso asegurando que se podían notar los sabores de la dehesa en la carne.