La localidad cacereña de Valverde de la Vera tiene ya todo preparado para celebrar, en la madrugada del Jueves al Viernes Santo, su tradicional procesión de 'Los Empalaos'.

Una procesión que se puede contemplar en Valverde de la Vera tal como se realizaba tiempo atrás, y continúa celebrándose como acto penitencial, "participando de esta forma los penitentes en la procesión de ese día como cumplimiento de una promesa o manda".

En esta procesión, los 'empalaos' llevan sobre los hombros desnudos un timón de arado de madera, de los que siempre se han utilizado en los trabajos agrícolas, que hará la función de cruz. De cintura para arriba se desnuda al penitente, atándole el madero con sogas que le rodearán el torso y brazos hasta las manos. Desde la cintura hasta los pies se le cubre con unas enaguas antiguas de mujer.

Un velo cubre la cabeza del penitente, al que se le colocan dos espadas en forma de aspas detrás de la nuca, junto con una corona de espinas, según publica el boletín cultural 'ECO' y recoge Europa Press.

Al final de cada extremo de la cruz se cuelgan tres virutas de arado romano, "cuyo sonido traspasa en la noche los corazones de quien, como espectador, observa y presiente la llegada del empalao, que baja descalzo por las calles de Valverde de la Vera realizando un secular recorrido, que le llevará entre otros lugares a la iglesia parroquial".

Entre los momentos "más interesantes de la procesión se destaca el caminar de los empalaos por las calles de Valverde, el cruce de los empalaos y el silencio "sobrecogedor" que la acompaña.