Ha sido esta bajada del paro, inhabitual por su cuantía en el último mes del año, la que provoca que la comparativa interanual arroje una bajada de 907 parados. Pero no es oro todo lo que reluce dado que la media mensual anual sigue registrando cifras de subida de paro importantes (7.508 parados más) y la comparativa interanual de afiliación arroja 1.247 afiliados menos que hace un año.

Por lo tanto no cabe vanagloriarse por un dato coyuntural que puede ser un respiro pero que no se traduce en absoluto en recuperación cuando hay 62.541 extremeños sin prestaciones con un paro crónico de larga duración y un aumento notable de la precariedad en la contratación lo que incide en la degradación de nuestro mercado laboral.

Extremadura concluye el año 2013 con una cifra de 145.037 desempleados, por lo que el balance del conjunto del año es dispar. Por un lado el descenso del paro en diciembre en 1.829 personas cabe calificarlo de alentador desde la precariedad, ya que su origen extremadamente frágil y fugaz cabe atribuirlo nuevamente a las fechas festivas ya que el recorte del paro se ubica sobre todo en el sector servicios (comercio al por menor, restauración, actividades sanitarias y otras actividades profesionales).

Este buen dato hace que la comparativa interanual sea favorable con 907 personas menos en el paro que hace un año, lo cual no debe interpretarse como un éxito dado que la media de 2013 arroja cifras de 147.508 parados al mes, que frente a los 139.944 de 2012 indican un aumento de 7.564 parados más de media en el año.

Por su parte la comparativa interanual de la afiliación arroja un descenso de 1.247 afiliados respecto de la media de diciembre de 2012. Puede que el ritmo de destrucción de empleo se esté atenuando pero no se puede hablar de creación de empleo neto. La tendencia de subida del desempleo sigue ahí y un hecho aislado como ha ocurrido en diciembre no es suficiente.

En términos de desempleo, diciembre no es un punto y aparte. Cabe señalar que los demandantes de empleo no ocupados bajan en la comparativa interanual (-1.828) al igual que ocurre con los parados extranjeros (-158) lo que muestra que la retirada de efectivos del mercado por el efecto desánimo al no tener prestación alguna también ha contribuido de forma destacada a la bajada del paro en este mes. Las contrataciones finalistas y precarias ligadas al periodo festivo originan una sustancial rebaja del paro en el sector servicios (-2.073), que se une a la rebaja en los demandantes de primer empleo (-562). Estos descensos han contrarrestado la gran subida habitual, con un componente elevado de fraude, de la construcción (+705), a la que se suma una destrucción de empleo en el sector de la industria (+106) y un descenso apenas significativo en el sector primario (-5).

Por edades el paro avanza fundamentalmente en los mayores de 45 años mientras baja en los colectivos de menor edad. Por sexo, la bajada del paro es exclusivamente femenina ya que mientras el desempleo retrocede en la mujeres un 2,40%, crece en los varones (+0,18%). Por el contrario en el último año el desempleo ha crecido en las mujeres (+0,85%) frente a una bajada en el colectivo masculino (-2,34%). El peso de las mujeres en el paro extremeño es mayoritario (54,68%) y sigue empeorando. En el balance del año cabe señalar como muy en negativo el empeoramiento de la calidad del empleo que degrada el mercado laboral extremeño hasta límites insospechados.

Los efectos destructivos de la reforma laboral unidos al fomento de la contratación temporal desde la Junta de Extremadura están haciendo desaparecer el contrato indefinido. De un total de 517.867 contrataciones, únicamente el 2,84% (apenas 14.687) fueron indefinidas lo que representa un nuevo mínimo histórico. La contratación indefinida ha retrocedido un 22,62%, mientras que la temporalidad avanza de forma decidida aumentando a un ritmo del 8,4% anual. 

Asimismo cabe destacar la caída drástica de la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo en nuestra Comunidad que ha bajado de un 59,6% hasta un 57,4% en el último año, siendo ya 62.541 los desempleados que no tienen prestaciones frente a los 59.019 del año pasado, un 6% añadido.

En conclusión, un balance de 2013 mostraría una positiva disminución del ritmo de crecimiento del desempleo pese a que se sigue destruyendo empleo, un agravamiento de la calidad de la contratación y un empeoramiento sustancial de la situación de la ciudadanía extremeña sin empleo en términos de ingresos y tiempo de búsqueda de empleo con un paro de larga duración que se hace crónico. 2013 ha sido un año perdido en lo económico y de graves retrocesos en el ámbito laboral y social.

Se apuesta por salir de la crisis a base de empleo precario (el 97,16% de los contratos son temporales y un 20% del total a tiempo parcial) lo que supone apoyar un modelo sin futuro, frágil e insostenible.