El estudio que liderará la Vicepresidencia Primera y Portavocía de la Junta y la Universidad de Extremadura (UEx), abordará las consecuencias de la sobrealimentación infantil, con el fin de prevenir los problemas de obesidad en edades tempranas, un trabajo que diagnosticará las "carencias y los excesos" presentes en la sociedad extremeña.

Un año durará la etapa de la recogida de datos, lo que permitirán realizar una "valoración cuantitativa y cualitativa" de la situación actual en la región. Este trimestre iniciará dicha etapa y se espera que en dos años se de por finalizado el estudio en su totalidad.

Según el director del Instituto de Consumo de Extremadura, Pedro García Ramos, el estudio responde a la necesidad de  tomar medidas desde el Instituto de Consumo de la región para frenar la obesidad, y agregó que "es cierto que hay que comenzar a adoptar medidas preventivas" contra la obesidad, aunque dijo que "no podemos ni debemos culpar a la Administración de Extremadura ni al resto de comunidades", debido a que los problemas de obesidad son "el precio que paga la sociedad occidental por su opulencia".

Por su parte, Felisa Cepeda mostró la "preocupación" de su grupo parlamentario, debido a que "la Junta trabaja en planes de prevención de la obesidad desde hace años y los datos van empeorando", criticó las "limitaciones" de la población rural para realizar ejercicio, algo que, en su opinión, "fomenta el sedentarismo", así como la correlación entre la obesidad y la diabetes.

Al respecto, el director del Instituto de Consumo de Extremadura negó que existan problemas de sedentarismo en el mundo rural, donde, según explicó, se invierte en infraestructuras deportivas y los niños mantienen un "mayor nivel" de actividad física.

Según García Ramos, la Junta de Extremadura inició los estudios sobre este tema "antes" que otras comunidades, "no porque tuviera mayor problema de obesidad", sino porque se diagnosticó con antelación que "este problema podría producirse en el futuro", explicó.