Valentín Cortés, presidente de la Diputación Provincial de Badajoz, ha hecho entrega esta mañana del Premio “Arturo Barea” de Investigación Cultural al ganador de la presente edición, el historiador Enrique Moradiellos García, en un acto celebrado en el Patio de Columnas de la Institución Provincial que ha contado con la presencia del diputado-delegado y del director del Área de Cultura, Miguel Ruíz y Francisco Muñoz, respectivamente; el vicepresidente primero de la Institución Provincial, Ramón Ropero; el diputado provincial de la Imprenta, Manuel Borrego; el portavoz del Grupo Popular, Manuel Sánchez; y el miembro del jurado del premio, Emilio Laparra, entre otras personalidades y asistentes. Moradiellos ha recibido de Valentín Cortés el cheque de 8.000 euros con los que está dotado del certamen, al que se añade la publicación del trabajo.

El original ganador, titulado “Clío y las aulas. Ensayo de investigación sobre la Educación y la Historia”, es una obra resuelta con solvencia, elegancia, rigor metodológico, consistencia teórica, carácter pedagógico y dirigido a un público de lectores entre los que se cuentan la comunidad universitaria, historiadores, pedagogos, docentes y público interesados en cuestiones de Educación.

Así lo ha descrito Laparra, quien ha añadido que la obra trata sobre la educación y la historia como fenómeno histórico y pedagógico. De Moradiellos ha indicado que son tres los factores que confluyen en su trayectoria, la experiencia docente, la especialización sobre la guerra civil y el franquismo, incidiendo en sus estudios sobre la figura de Juan Negrín, y su amplia reflexión sobre la historia como ciencia.

Por su parte, Valentín Cortés ha manifestado que “los premios adquieren su prestigio por causas diversas, una de las más importantes, sin duda, por la calidad de las obras y la trayectoria de sus autores. Creo que estas y otras virtudes confluyen en el ganador de este año”.

Cuando se creó el premio en 2002 se pretendían impulsar los estudios sobre Extremadura en la primera mitad del siglo XX. Los galardones entregados desde entonces han permitido contar con una biblioteca específica sobre los años de la segunda república y la guerra civil españolas de poblaciones como Zafra, Fuente de Cantos, Llerena, Guareña, Almendral y Arroyo de la Luz, además de diversos estudios sobre personalidades como la del propio Barea.

“Una personalidad, por cierto, con méritos sobrados para apadrinar un premio ya que, como es sabido, nació en Badajoz, tuvo una azarosa vida en su juventud y durante el asedio a Madrid por parte del ejército sublevado estuvo encargado por el gobierno republicano de las relaciones con la prensa internacional”, ha recordado el presidente de la Diputación. Esta y otras peripecias las cuenta Barea en “La forja de un rebelde”, su obra más conocida.

A partir del año 2011 y como quiera que la Diputación de Badajoz ha tenido una participación destacada en los eventos conmemorativos de la aprobación de la Constitución de 1812, se consideró conveniente ampliar las miras y el periodo histórico de un galardón que desea contribuir al conocimiento de la realidad española de los siglos XIX y XX. Desde entonces, el Premio de Investigación “Arturo Barea” se suma a la contemporaneidad, lo que demuestra el interés de la Institución Provincial de Badajoz por apoyar a los investigadores extremeños -nacidos, originarios o residentes- que se ocupan de los aspectos históricos y culturales de una época extraordinaria en acontecimientos y avatares.

Valentín Cortés redunda en esta ampliación al considerar que el marco histórico de la primera época se quedaba estrecho, “hasta el punto de que eran pocos los estudios que se presentaron en los últimos años, a la par que no hay duda que la contemporaneidad está más vigente que nunca, animada por una coincidencia de efemérides como el bicentenario de la Constitución gaditana y el protagonismo extremeño en aquel gran acontecimiento, o los 200 años de existencia de la Diputación de Badajoz, que acabamos de conmemorar”.

Para concluir, Cortés ha reafirmado la intención de la Institución que preside de continuar con el apoyo a los investigadores que desde Extremadura se ocupan de la España contemporánea. “Es un deber político y cívico que no deseamos soslayar”, ha subrayado.

El galardonado ha tenido palabras de agradecimiento para el jurado del premio y la Institución que lo impulsa, considerando que “este ensayo trata de abordar dos temas unidos en esencia aunque sean discernibles a efectos analíticos. Por una parte, lo que podríamos llamar las características y las virtudes de la educación como institución cultural irrenunciable porque la educación encierra un tesoro inagotable, el tesoro del desarrollo cultural, del progreso civilizatorio. Gracias a esa institución antropológica y humana que es la educación, la humanidad no tiene que empezar de cero desde cada generación. El segundo elemento de este ensayo son los problemas y provechos que tiene la historia como saber disciplinar de obligada presencia siempre en los programas educativos de nivel básico y general para cualquier sociedad mínimamente desarrollada”.

Enrique Moradiellos García (Oviedo, 1961), es historiador, licenciado y doctor en Historia por la Universidad de Oviedo. El departamento de Historia de esa universidad subvencionó sus primeras investigaciones, centradas en la historia social de Asturias  en la época contemporánea. Después, en 1989, se trasladó a la Universidad de Londres para ejercer como miembro investigador en el Centro de Estudios Españoles Contemporáneos, adscrito al “Queen Mary & Westfield College!. Desde entonces ha venido alternado su labor docente, desarrollada en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Extremadura con la investigación historiográfica, plasmada en diversos ensayos y artículos.  Moradiellos García reside en la ciudad de Cáceres desde el año 2005, y es catedrático de Historia Contemporánea de la univesidad extremeña desde 2007.