JUGLAR DE NOCHE CUÍDAME EL CABALLO
Y.. agárralo fuerte que no se te escape. Y le da las imaginarias riendas y este señor las aprieta hasta que vuelva "Jorge" y le pida que se las devuelva. No abrió la mano en el tiempo que duró la representación...Hablábamos de complicidad y éste es un ejemplo.