Esta columnata pertenece al templo de “Los Mármoles”, denominado así por el brillo lejano del estuco con vidrio con el que estaban recubiertas las columnas. Data del S. II d.C y es el único templo de curia romano que se conserva en todo el mundo. Son los únicos restos que quedan de la antigua Augustóbriga, municipio romano de la Lusitania situado en la calzada romana que comunicaba Caesarobriga (Talavera de la Reina) con Emérita Augusta (Mérida). En la época medieval la población adquirió el nombre de Talavera la Vieja y en 1963, cuando la población contaba con 2000 habitantes, se anegó el valle donde estaba situada para la construcción del Embalse de Valdecañas. Solo se salvó la columnata de la Curia y tres columnas pertenecientes al Templo de “La Cilla”, para todo lo demás no hubo salvación. La torre de la Iglesia fue volada para que no sobresaliera del nivel de las aguas, así como tres obras de El Greco (La coronación de la Virgen, San Pedro y San Andrés), que fueron llevadas a Toledo y, después de una gran lucha, recuperadas en 1994, cuando se consiguió que volvieran a Extremadura para que descansaran en el Monasterio de Guadalupe.
Las dimensiones de la curia coinciden con la descripción que da Marco Vitruvio. Se conserva íntegro su basamento de piedra granítica de 20,43 m de largo por 11,55 m de ancho, así como su pavimento de grandes losas. También su pórtico de cuatro columnas de frente y dos a los costados, correspondientes a las fachadas laterales, que todavía soportan a los dinteles y un arco en el centro. Faltan los muros de la sala. El edificio se divide interiormente en dos partes: un vestíbulo y la sala de culto propiamente dicha. Las columnas, de tipo corintio, no arrancan del suelo, sino de una gran basa granítica a partir de la cual ascienden. El material con el que se construyó el inmueble fue el granito local, procedente de las canteras de las inmediaciones.
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