Pasar tiempo al aire libre puede ayudar a prevenir la miopía en niños, según han afirmado un grupo de expertos en Congreso Anual de la Academia Americana de Oftalmología. En concreto, por cada cuatro horas que un niño juega en la calle a la semana, se reduce un 2% el riesgo de padecer este defecto refractivo. La clave, aseguran los autores de la revisión, puede estar en la exposición a la luz natural y la presencia de objetos lejanos. Como explica Francisco Jose Muñoz Negrete, jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, "en el juego al aire libre, las actividades que se realizan requieren más visión de lejos que de cerca y a mayor uso de la primera, menos miopía". Esto ya se ha demostrado por áreas geográficas, añade el experto, "en los paises desarrollados, donde se practican más actividades como leer, utilizar el ordenador, jugar a la consola o ver la televisión, la incidencia de la miopía es más alta que en las zonas subdesarrolladas, donde lo importante es ver de lejos y las actividades son al aire libre sobretodo" El organismo se adapta a las necesidades del individuo y lo mismo pasa con el órgano visual.

Noticia publicada en El Mundo y en La Gaceta Óptica del CNOO. Fuente American Academy of Ophthalmology.