Recorrer las calles de la Ciudad Antigua de Cáceres es siempre una experiencia sorprendente, porque no esperas encontrar un conjunto tan bien conservado y tan armónico. Parece hecho de una vez y con una intención preconcebida, cuando no es asi. Es más bien el resultado de varios siglos de cambios, de construcciones y destrucciones. Pero el resultado es tan evocador que parece que has entrado en el túnel del tiempo y te has trasladado 400 o 500 años atrás (eso si no entras a ver las ruinas romanas, que son poco accesibles, porque entonces hablaríamos de dos mil años atrás).
Cuando la UNESCO la declaró patrimonio de la Humanidad, en 1986, adujo, entre otros, dos motivos: las murallas son un ejemplo eminente de la construcción de los almohades en la península; y por otro que se ha conservado un conjunto de casas que recuerdan aquella época en que la ciudad estaba dividida en bandos que luchaban ferozmente de torre a torre o de casa a casa por diversos motivos (cisma de la Orden de Alcántara, guerras de sucesión en la corona de Castilla etc.).
Pues bien, si además uno tiene la suerte de coincidir con una visita guiada de los artistas asociados en la empresa "Cuenta Trovas de Cordel" (que suele salir todas los fines de semana), el recuerdo de nuestro paso por Cáceres será inolvidable. Y el disfrute de los monumentos y de la divertida expresión teatral, inmediato.He tenido la suerte de acompañarles en una visita en su espectáculo "Juglar de noche" y he salido encantado. Os lo voy a contar ahora, por partes...