Bebemos cerveza y la saboreamos, eso está claro, pero hay una serie de mandamientos de la Biblia del saber beber cerveza que nos ayudaran a la hora de degustarla.
Conviene beber la cerveza en jarra o en copa y así se provoca la liberación del gas carbónico y la formación de la espuma.
La espuma no debe superar los tres centímetros de espesor y debe ser blanca, cremosa y con buen aspecto.
Una cerveza lager o rubia debe presentar un aspecto vivo, nunca turbio y además ha de ser brillante.
Cuanto más tostada está la malta, más oscura debe ser la cerveza.
Debe servirse a 5 grados aproximadamente, sobre todo las de tipo lager.
Un frío excesivo apaga el sabor de la cerveza y sobre todo a las oscuras. Por eso no se recomienda tomar la cerveza negra muy fría.
Las jarras y las copas deben estar frías pero nunca congeladas, es decir, antes de ponerla en el congelador asegúrate de que está seca, ya que los residuos del hielo modifican el sabor final de la cerveza.
Ahora ya podemos disfrutar de una cerveza apreciando todo su sabor. ¿Gustas? (directo al paladar)