Cajas extremeñas: al borde del rescate, del cierre de oficinas

  • Una pésima gestión de las cajas de ahorros extremeñas, metidas en la vorágine de inversiones especulativas y manejadas por intereses partidistas han propiciado esta situación.

    Según el presidente de la Fundación de Caja de Extremadura, las cajas extremeñas necesitarán ayudas del rescate europeo "en menor cuantía" dentro del grupo que lo precise. Esta circunstancia repercutirá, según ha indicado, en el cierre del número de oficinas que se va a producir como consecuencia del "solapamiento" entre las de Caja de Extremadura y Caja Badajoz, así como una pérdida de empleos. Además ha estimado que las cantidades que irán destinadas a las obras sociales "van a ser bastante exiguas, por no decir casi inexistentes en algunos casos". Sin embargo no tiene reparos en afirmar que "esto tiene que beneficiar necesariamente al sistema financiero extremeño en el momento en que todo se regularice. Los procedimientos no van a ser nada cortos. Una vez que se ponga todo en línea de salida para que el crédito fluya a las economías domésticas y a las Pymes debe desaparecer el miedo a los gestores de las entidades financieras para drenar ese crédito a favor de la economía productiva, a pesar del miedo que se va a tener en su momento después de la experiencia que se ha tenido en los últimos años", ha precisado.

    Pero no se puede pedir alegremente un rescate financiero, es decir, una inyección de dinero público, sin antes realizar una investigación independiente sobre la gestión de las cajas extremeñas y depurar responsabilidades. Habrá que tener en cuenta los abundantes despilfarros y la mala praxis de estas cajas; tan solo, a modo de ejemplo:

    • Las inversiones y especulación en el sector inmobiliario (el Banco de España cifra en 181.000 millones de euros la inversión "potencialmente problemática" del sector bancario en la construcción y promoción inmobiliaria)
    • Altos sueldos e indemnizaciones de los directivos y altos cargos, sin contar los gastos en viajes y dietas.
    • El rascacielo de lujo construido por Caja Badajoz para su nueva sede, inaugurada recientemente con una torre de 17 plantas y sótano que se levanta 82,63 metros frente al río Guadiana. La entidad que preside Francisco García Peña comenzó la construcción de este edificio en 2008, en los primeros momentos de la crisis, en una operación que le ha supuesto una inversión de 60 millones de euros.
    • Creación de la Fundación Caja Extremadura, con unos gastos de funcionamiento de unos 600.000 euros anuales, totalmente innecesaria y retiro de altos cargos.
    • Estudio de viabilidad del proyecto fantasma del aeropuerto internacional de Cáceres encargado por Caja Extremadura y que llevaron a cabo las consultoras Grupo Analistas y Técnicas Reunidas.
    • Desahucios y prácticas abusivas (recordar que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cáceres declaró nulas por “abusivas” las ‘cláusulas suelo‘ de los préstamos hipotecarios de Caja Extremadura y obligó a la entidad a no volver a incluirlas en los contratos).

    FUSIÓN Y LIQUIDACIÓN DE LAS CAJAS EXTREMEÑAS

    Para rematar y liquidar lo poco que quedaba de cajas públicas y obra social (como ya es conocido Caja Badajoz se integró en Caja 3 y Caja Extremadura en Liberbank) ahora con la fusión de Liberbank y Caja 3 se acelerará el proceso. Tal fusión ha desatado todas las alarmas por las consecuencias que podría tener en nuestra región, tanto para los usuarios como para los trabajadores. 

    Así, Adicae Extremadura ha considerado que un posible cierre de oficinas de las cajas de ahorro extremeñas, como consecuencia de la fusión de Liberbank y Caja 3, perjudicaría a los clientes de las zonas rurales y reclamará ante el Gobierno de Extremadura si se produce cierre de oficinas. También ha alertado de que si se produce también alguna modificación en los productos contratados con ambas cajas, se comunique a esta asociación.

    Por su parte CCOO en Extremadura ha augurado que el “rescate” supondrá el despido 400 trabajadores del sector de la banca en Extremadura.

    No se puede permitir que paguemos la población sus desmanes e incompetencia; hay que exigir una auditoria independiente de estas cajas, investigar sus inversiones y negocios, abrir una comisión de investigación en la Asamblea de Extremadura, exigir transparencia y reducción de sueldos de altos cargos, pedir las correspondientes responsabilidades…  y en el caso de que se reciban ayudas que se cree una verdadera banca pública.

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