La seducción, como la persuasión, es un juego de estrategia que requiere de planificación y creatividad, pero no hay que olvidar es es parte de la interacción humana y de la forma en que nos relacionamos con los demás: cuando tratamos de seducir al cliente, debemos recordar que es más valioso un cliente satisfecho que continua su relación con nosotros toda su vida, con confianza y lealtad, posiblemente captando y evangelizando a otros, que un cliente que captamos una vez, consume y no vuelve. Eso sí, ambos requieren y deben obtener el mismo trato por nuestra parte, lo importante es que el tiempo y la costumbre, como en cualquier relación humana, no nos haga descuidar a nuestro cliente de siempre.
Obviamente, si el contenido es el rey, no cabe lugar a dudas de que para seducir y persuadir a los clientes y usuarios es necesario contar con una persona que sea capaz de crear contenidos que seduzcan, ya sean palabras, imágenes, estudios, informes, etc, y como ya sabéis, esa calidad y talento hay que pagarlos.(Dolores Vela)