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No es el sitio más elegante, ni el más cool (estrictamnete hablando), pero está siempre lleno de gente joven tomándose unas cañas y unas raciones con los amigos.
Adquirida hace unos 10 años por el establecimiento de al lado (la taberna O’Conxuro) ha conservado sus rasgos de identidad, como son sus siete variedades de tortilla de patatas, o su “colesterol”: plato compuesto de huevos, chistorra, pimientos y patatas. Nunca el nombre de un plato estuvo tan bien puesto. Además el resto de sus raciones también son perfectas para saltarse la dieta: choricitos picantes, morcilla, cecina, croquetas, etc. y otras recetas no tan habituales y muy típicas como son las migas o la oreja guisada. Si quieres probar auténtica comida de tasca, este es tu sitio.
