Gala presentación de la temporada de la OEX

Ayer tuvo lugar la gala para la presentación de la temporada 2015-2016 de la Orquesta de Extremadura en el Gran Teatro de Cáceres.

Un día después de su concierto en Badajoz, los músicos se prepararon para volver a dar lo mejor de sí mismos y hacer las delicias del público cacereño.

Sin embargo, no se trataba de un concierto al uso, sino de un concierto gala, por lo que era necesario un presentador, que fue el violinista Santiago Pavón.

El concierto comenzó con Nimrod de las Variaciones Enigma de Elgar. Una elección acertada que abría la gala con misterio y añoranza. Misterio, por el propio nombre de las variaciones, y añoranza porque mientras los músicos la interpretaban se sucedían una serie de imágenes en una gran pantalla, que hicieron un recorrido por los 15 años de trayectoria de la OEX.

El vídeo recorría lugares, como Yuste, Mérida con la inauguración del Palacio de Congresos en 2004, las primeras giras nacionales, el primer concierto en el Palacio de Conciertos de Badajoz también en 2004, primeras giras internacionales, etc., y por otro lado artistas invitados de grandísimo renombre que han pasado por nuestra región, como Ara Malikian, Joaquín Achúcarro, Asier Polo o Enrique García Asensio.

Santiago Pavón nos presentaba el concierto recordando que el vídeo se debe a que este año la Orquesta va a volcarse en recordar sus 15 años de historia. Así, se interpretará un concierto más de abono, en vez de ser catorce como era habitual. Este concierto será diferente en Cáceres y en Badajoz, lo que es una novedad más.

El concierto, en palabras de su presentador, tenía dos objetivos claros. El primero de ellos cerrar la temporada pasada, que había terminado algo accidentada. Por este motivo se presentó Alonso de Quijada de José Zárate, que no se pudo ejecutar el año anterior.

El segundo objetivo fue presentar la temporada 2015-2016 y que disfrutáramos de la música, como estos últimos 15 años.

El 27 de noviembre del año 2000 se abría el recorrido de la Orquesta de Extremadura, que ahora celebramos con la gran Quinta Sinfonía de Beethoven. Los afamados primeros acordes se han relacionado con el infausto destino y así, Santiago, haciendo referencia a los inconvenientes que ha sufrido la orquesta, ironizaba sobre cómo tentaron a la suerte desde el primer día. 

Las quintas sinfonías van a ser un elemento clave en esta programación, que siempre va a intentar que los espectadores recuerden que estamos todos de celebración. Las obras a interpretar han sido elegidas, en su mayor parte, por el director titular Álvaro Albiach, quien nos comentó que aunque parezcan programas complejos son retos, para él y para la orquesta. Está claro que darán ambos lo mejor de sí mismos una temporada más. 

Y es que, también la Quinta Sinfonía de Mahler, primer concierto de abono, comienza con la muerte, así como el primer movimiento de la Quinta Sinfonía de Tchaikovsky, en el que se puede leer “sumisión ante el destino”. El presentador pedía que no cundiera el pánico, que solo bromeaba, puesto que no son más que inicios, las sinfonías tienen una sucesión de estados de ánimo y el final será muy optimista.

Además de repasar la programación, también se conocieron los artistas invitados de la temporada. Entre ellos, músicos internacionales, directores e intérpretes de la propia orquesta.

Durante la explicación, la Orquesta interpretó fragmentos de las diferentes “Quintas” a las que se hacía alusión, de una forma correcta e impaciente por llegar a la primera gran obra de la noche. “Alonso de Quijada”, del compositor madrileño José Zárate abría el concierto por fin.

Alonso de Quijada posee una compleja estructura y la orquesta hizo una magnífica interpretación. Transmitía, sin dudarlo, innumerables matices, pero para poder entender mejor qué quería decir el compositor decidimos preguntarle. Zárate nos explicó que Alonso de Quijada es un homenaje a la vida privada de Don Quijote de la Mancha. Son sus idas y venidas antes de ser un personaje, cuando aún era quien era. Se perciben en la obra inicios de la locura que se desatará en Don Quijote, y también esperanza de retornar a su persona, como hará finalmente, puesto que es Alonso Quijano quien muere, pero el hidalgo caballero está todavía presente. 

Un regalo de esta gala fue el fragmento que la OEX interpretó de la Quinta Sinfonía del compositor de finales del siglo XVIII Antonio Cortés. Miguel Ángel Rodríguez, solista de contrabajo de la orquesta, ha rescatado estas obra del Archivo Histórico de la Catedral de Badajoz. Ayer fue un placer disfrutar de las líneas suaves y clásicas de las melodías de Cortés.

El repertorio de la temporada es muy variado y no hay excusas para no asistir. La presentación de Santiago fue muy amena. Dentro de la complejidad de presentar una temporada completa sin apabullar al público, supo elaborar un guión cercano y elegante.

Finalizó la gala con el magistral poema sinfónico Don Juan de Richard Strauss. La orquesta estuvo delicada y fina en esta difícil obra que se disfrutó desde dentro del escenario y desde fuera. Se creó una atmósfera melódica y poética en la que la cuerda tuvo la potencia que necesitaba la obra. El viento, por su parte, indispensable en las afamadas melodías de Don Juan, estuvo brillante en la ejecución, tanto los solistas como en su conjunto.

El director, Álvaro Albiach, no defraudó. Realizó una excelente interpretación. Se puso al frente de un reto, como lo es dirigir un concierto con múltiples fragmentos de grandes piezas de la historia de la música y en el que tuvieron cabida un complejo Alonso Quijada y un Don Juan digno de admirar.