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El triunfo del novillero pacense José Garrido ha puesto punto y final por este año a la feria taurina de San Juan en Badajoz. Pese a cortar una oreja a cada uno de sus novillos, Garrido, que colecciona éxitos en plazas importantes esta temporada, no ha podido salir a hombros tras sufrir un esguince de grado 2 en su rodilla izquierda fruto de la fuerte voltereta que le propinó el cuarto y ser trasladado al hospital.

Garrido, apoderado por El Tato y con Antonio Ferrera como padrino en su carrera, demostró que está en una temporada de mucha altura, destacando por encima de sus compañeros en solvencia y capacidad. Con el novillo que abrió plaza, manejable, ya desde los lances con el capote se le vió seguro, fácil, y comenzó a ganarse al público. Con gaoneras, manoletinas con la muleta para finalizar la faena y una solvente estocada recibiendo se terminó de ganar la primera oreja.

En el inicio de la faena al cuarto de la tarde José Garrido se llevó una fuerte voltereta. El novillo, bastante complicado, no atendió la tela ofrecida por el pacense por estatuarios y se fue directamente a por él. Pasado el primer susto y comprobado que no había heridas, Garrido se rehizo y dio otra vez la dimensión de figura del toreo que puede llegar a ser. Tras entrar a matar, su banderillero José María Amores también se llevó un feo topetazo a la altura del pecho que podría haber terminado de forma dramática. Por suerte todo quedó de nuevo en un susto. Después de pasear otra oreja de ley, Garrido pasó a la enfermería acompañado por el médico Luis Carlos Franco y sus hombres de confianza, donde se le inmovilizó la rodilla tras hacer el diagnóstico y desde donde salió para el hospital.

Ginés Marín debutaba en esta plaza y volvió a demostrar grandes cosas como lleva haciendo toda la temporada. Dejó una excelente carta de presentación, excepto en el apartado final de la lidia. Sus fallos con la espada le impidieron cosechar un mayor éxito, pero se llevó algunas de las ovaciones de la tarde. Dispuesto a todo, se fue hacie el portón de los sustos para recibir a portagayola al segundo de la tarde. Después tiró de repertorio con el capote, destacando varias chicuelinas al paso muy ceñidas para llevar al novillo al caballo y un quite por gaoneras. Con la muleta fue mejor con la mano derecha. Mató de media desprendida y el de Algarra tardó en doblar, esfumándose la oportunidad de cortar orejas.

El quinto fue un astado móvil y con casta. Volvió a lucirse el oliventino, haciendo un esfuerzo por hacerse con la embestida del novillo. Podía haber salido a hombros con todo merecimiento de haber acertado con la espada, pero necesitó demasiados intentos y tiempo para terminar con el de Algarra y emborronó las sensaciones. Con evidente gesto de contrariedad recibió las ovaciones del público al terminar la faena y al abandonar la plaza.

El gesto de Fernando Flores era bien diferente. Sabe que está empezando a asomarse a este mundo y sus exigencias no pueden ser las mismas que las de sus compañeros de terna. También tuvo que salir por su pie, dejando escapar una salida a hombros por los aceros, pero el debutante con caballos en el día de ayer se notaba satisfecho, tras haber cuajado buenas tandas a los dos novillos de su lote. En el que hizo tercero se encontró muy a gusto, sobre todo con la derecha. y el público conectó en seguida con las ganas del joven de Salvatierra de los Barros, pero fallos con la espada y con la puntilla, algo demasiado repetido en esta feria, enfriaron el ambiente. Aún así paseó su primera oreja como novillero con picadores.

En el sexto, un novillo rajado y que terminó parado cerca de sus pies, Flores tuvo que tirar del arrimón para intentar sellar la salida a hombros. Brindó la faena a los responsables del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz, y sometió y pudo al animal en todo momento, mostrando su buena preparación. Derrochó valor y el público estaba dispuesto a reconocérselo, pero volvió a fallar con la espada.

FICHA DEL FESTEJO

Badajoz. Última de feria. Un tercio de entrada. 6 novillos de Luis Algarra, bien presentados y de juego desigual. Destacó el tercero, bravo y con clase.

José Garrido, oreja y oreja tras aviso.

Ginés Marín, vuelta al ruedo tras aviso y ovación tras aviso

Fernando Flores, oreja tras aviso y ovación.

José Garrido pasó a la enfermería con esguince de rodilla de grado 2. Se trasladó a centro hispitalario pendiente de estudio radiológico.