“El 24 de octubre de 1812 se reúne por primera vez, en la ciudad de Badajoz, la Diputación de Extremadura creada por las Cortes de Cádiz. Para aquellos que encuentran un placer morboso en achacarnos atrasos atávicos en todos los órdenes, van dirigidas mis primeras palabras: Extremadura, a comienzos de siglo XIX, estaba en la hora de España. Las Cortes de Cádiz componen un edificio jurídico-administrativo-político construído por el liberalismo, y ya conocemos sobradamente la participación extremeña principal en la elaboración de la primera Constitución Española. Desde la Diputación de Badajoz fuimos pioneros en la celebración de esta efemérides, y bajo el título Extremadura y la Modernidad se organizó una exposición y se editó un catálogo que conmemoraba el Bicentenario de los primeros debates que dieron pie en la Isla del León de Cádiz a la primera Carta Magna”.

Con estas palabras, el presidente de la Diputación pacense inició su intervención ante los asistentes a la inauguración de la exposición “1812-2012: 2 siglos de utilidad pública” en la sala Vaquero Poblador del Palacio Provincial que se celebró ayer por la tarde.

La muestra, el primero de los actos programados para conmemorar el 200 aniversario de la Institución, concitó el interés de diputados provinciales, concejales del ayuntamiento de la ciudad, funcionarios de la casa y un nutrido grupo de ciudadanos. Como invitado principal asisitió el Delegado del Gobierno, Germán López Iglesias.

Tras felicitar a los responsables de la Institución y sus trabajadores, Iglesias manifestó que “no es fácil alcanzar los 200 años de vida, por consiguiente creo que son momentos de alegría y recapacitación. Cuando una entidad pública cumple dos siglos no es porque sí y ahora toca sentarse para ver cuáles son las instituciones que funcionan y cuáles no, y quedarse con lo que ha funcionado siempre, los ayuntamientos y las diputaciones”.

El Delegado del Gobierno subrayó a continuación que “a lo mejor hay que cuestionar las subdivisiones que se han realizado posteriormente y ver porqué nacieron, pues si lo hicieron para dar servicio a tres o cuatro ayuntamientos, algunas se han convertido actualmente en pequeños gigantes que no vienen al caso”. López Iglesias reiteró que después de 200 años hay que reconocer la labor realizada por las diputaciones, “y si no preguntárselo al 90% de los alcaldes en los pueblos menores de 20.000 habitantes, que son a los que da cobijo y ayuda. Por eso soy de la convicción de que las diputaciones tienen que seguir haciendo historia, sobre todo en regiones como la nuestra, con pueblos pequeños que no poseen los medios necesarios”.

La Diputación de Extremadura fue la primera de cuantas se crearon en España, precedente inmediato de la de Badajoz y que se constituyó justamente el 24 de octubre de 1812. Junto a las nacidas posteriormente, fueron las primeras instituciones liberales tras las propias Cortes, y durante el siglo XIX y gran parte del XX actuaban como instrumentos de control del poder central sobre las provincias y municipios.

“Pero a partir de 1979 -explicó Valentín Cortés-, después de la constitución de los ayuntamientos democráticos, se convirtieron en un elemento de coordinación de éstos. Más allá de la significación política, no siempre democrática, llevada a cabo en cada época, la Diputación se ha dedicado siempre al fomento de la provincia: inicialmente con la sanidad, la beneficencia y la educación; después, asumiendo las obras públicas y la cultura, y ahora, además, ordenando sus políticas en una estrategia de desarrollo local y de asistencia a los municipios”.

Hoy en día, la Diputación pacense mantiene un espacio propio en el entramado institucional de Extremadura y lleva a cabo iniciativas que ninguna otra aborda en la provincia. Cortés la considera una institución situada en el ámbito de la administración local que presta servicios básicos a los municipios y ciudadanos, que ejerce la coordinación en la provincia de las entidades y políticas de desarrollo local y que tiene una dilatada experiencia.

La exposición, coordinada por José María Lama, se estructura en un recorrido histórico por estos doscientos años de vida. A través de paneles se recogen los hitos principales que explican los orígenes, la historia, las funciones que le competen y los territorios que abarca. Contiene, a su vez, los retratos del primer presidente que tuvo la Diputación de Extremadura, Álvaro Gómez Becerra, y de diez más que la rigieron durante estos dos siglos, agrupando especialmente a los que la han presidido en el periodo democrático.

“Como es natural -manifestó Valentín Cortés-, dos siglos dan para mucho. Sería impensable, en los momentos actuales, que los diputados provinciales no fueran concejales. Pues bien, hasta la instauración de los gobiernos de la Segunda República estaba expresamente descartada esa coincidencia, hoy día necesaria. La Diputación Provincial ha sido fiel reflejo de la sociedad que la rodeaba: si la oligarquía alcanzaba un peso político creciente (como en la Restauración), tenía su reflejo en la institución provincial. Y es a partir de 1979, una vez elegidos democráticamente los ayuntamientos, cuando la corporación de nuestra provincia alcanza su plenitud, adaptándose a la instauración del Estado Autonómico y a las necesidades de los ayuntamientos”.

En esa vocación de servicio a las corporaciones locales, el presidente quiso aprovechar la efemérides para abrir las puertas de la Institución de par en par e invitar a todos los ciudadanos a que visiten la muestra, que permanecerá hasta finales del presente mes de octubre. A continuación iniciará una andadura por diversas poblaciones de la provincia.

Según Cortés, la figura de Álvaro Gómez Becerra, el primer jefe político liberal que tuvo la Diputación de Extremadura, situó muy alto el listón de la aportación extremeña al primer liberalismo español. Junto a él trabajaron otras personalidades que ejercieron un relevante papel en la esfera nacional.  

“De esta manera -concluyó el presidente provincial- cerramos el círculo de la Modernidad. Recordarán ustedes que ese era el lema de nuestro programa, en 2010, de la contribución extremeña al constitucionalismo que se forjó en las Cortes y en la Constitución  gaditana. Como decía al comienzo de mi intervención, en los albores del siglo XIX el reloj de Extremadura marcaba la hora de España”.

Horario de visitas: de 10 a 14 y de 18 a 21 horas. Los sábados sólo por las mañanas.