07.08.12 - 17.59 - por: Extremadura.com / Redacción 3
El actor extremeño Gabriel Moreno borda el papel de un Eduardo II desgarrador y atormentado
La versión dirigida por el dramaturgo y director extremeño Manuel De es arriesgada y transgresora. Sexo, audiovisuales y giros dramáticos y escénicos conviven en el escenario para sorpresa del espectador.
La obra reflexiona sobre los juegos de poder que esconde la política y critica de forma ácida la corrupción de la misma.
La compañía extremeña La Saraghina de Stalker representó en la noche del lunes en Alcántara ante unos 550 espectadores una arriesgada y transgresora versión de Eduardo II, una obra del siglo XVI que plantea las tribulaciones de un rey homosexual y reflexiona sobre las luchas de poder.
Eduardo II de Inglaterra es la obra precursora de los dramas históricos de William Shakespeare. Llena de novedades para la época, sorprende aún hoy su vigencia, sus matices, su desarrollo entramado en función de los temas a analizar: el poder, la ambición, el orgullo, el deseo, la venganza, el amor y la justicia.
El actor extremeño Gabriel Moreno da vida sobre e escenario a un Eduardo II atormentado y desgarrado que emociona sobre el escenario. Acompañado de un grupo coral de actores, en su mayoría extremeños, que ofrecen un espectáculo solvente y con mucha fuerza.
Un vestuario negro, una escenografía sencilla, alterada sólo por la inclusión de una gran pantalla en la que se proyectaban audiovisuales que acompañaban el espectáculo. Pero la sencillez de la escena deja paso a una trama complicada, llena de fuerza en la que la violencia y el sexo se convierten en protagonistas explícitos. No se esconde nada, las miserias del poder quedan al descubierto sin pudor ni vergüenza.
En ocasiones descarnada, la obra es una ácida crítica a la corrupción política y la pasividad de la sociedad civil, que es manipulada por el poder a su antojo, tal y como se muestra una y otra vez a lo largo de la obra. Interesante es el juego que esta versión de Eduardo II plantea del papel de los medios de comunicación en la sociedad actual, incorporados a través de audiovisuales que enriquecen la obra.
En conclusión, este Eduardo II que nos presenta La Saraghina de Stalker es una obra arriesgada, dura, que no deja indiferente a nadie y que muestra las vergüenzas y los vicios que corrompen los poderes.
Tema: Actualidad