Decidir salir a comer, decidir el lugar, decidir el plato, todos momentos claves en los que se suceden pequeñas argumentaciones que determinan el devenir de la velada. Si uno llega a Amalgama Cocina Vivo Restaurante, la última decisión, la más difícil, ya está resuelta.

"El nuestro es un restaurante sin carta, donde la sorpresa radica en que el comensal no sabe lo que va a comer. Es una apuesta arriesgada, porque la gente no está acostumbrada a no elegir. Por eso ha sido muy gratificante comprobar cómo a veces a todos nos gusta dejarnos llevar", explicó la gerente Piedad Fernández Paredes y socia del chef Juan Manuel Campos Hernández.

Amalgama nació en diciembre de 2008 para poner sobre el mantel la imaginación y la experiencia de dos profesionales que aunaron proyectos. A pesar de la diferencia generacional, Piedad y Juan Manuel encontraron en el otro una persona con las mismas inquietudes y las misma ilusiones. Fusionaron colores, sensaciones, caminos.

El menú está formado por cuatro platos y, a medida que se acerca el momento del próximo, uno se va enterando qué va a comer. "Es un tipo de cocina basado en lo tradicional, mediterránea, pero creativa", explicó Piedad. "El cocinero es una persona que valora el producto en su forma, por eso no le gusta tranformarlos en esencia, pero a su vez es una cocina evolucionada en una presentación innovadora", agregó.

El vino es el otro gran componente de la mesa de Amalgama: "es el complemento ideal para que el resultado de la experiencia gastronómica sea gratificante para el cliente. Pero no es el centro de atención. Es por eso que decidimos hacer armonía y no maridaje", explicó la gerente.

El restaurante ofrece una amplia gama de vinos con denominación de origen. Son extremeños, del Guadiana, de España en general y de países como Argentina, Chile, Francia, Italia y Portugal, entre otros. En total, manejan la misma cantidad de opciones que en Pámpano Vinatería, otro emprendimiento en Almendralejo gestionado por Fernández Paredes. Cuenta con alrededor de 150 vinos por copa, la más económica 1.30 euros, hasta 8.50, que sale el champagne.

Así como Juan Manuel aporta la creatividad gastronómica, Piedad es la experta en el mundo vitivinícola. "Hace 15 años que trabajo con vinos, exportando a todo el mundo los productos de Extremadura. Eso es lo que me ha dado experiencia y me ha ayudado a conocer cómo trabajaban expertos catadores, cocineros y periodistas gastronómicos en otros lugares", contó Piedad.

Frente a esta perfecta amalgama que lograron crear, la gente de la zona responde satisfactoriamente. "Son en su mayoría jóvenes, de 28 a 50 años, que vienen sin saber lo que van a comer y aún así vuelven al restaurante. Eso significa que apuestan y confían en nuestros productos. Por lo que vemos, hasta ahora, diría que un 98 por ciento se adapta a lo que ofrecemos", afirmó satisfecha.

Equilibrio en la alimentación, creatividad y calidad es lo que propone Amalgama Cocina Vivo Restaurante. Gastronomía y vinos, una invitación a experimentar texturas y sabores en el centro de Almendralejo.