Con el cada vez mayor incremento del déficit tarifario y un mayor incremento de uso y dependencia de las energías contaminantes importadas o por contra subvencionadas, cuesta creer que en un país tan abundante en recursos forestales reciclables y horas de exposición solar y eólicas como el nuestro, no se opte por el aprovechamiento sostenible que la naturaleza pone a nuestra disposición sin contrapartidas.
Parece ser que afortunadamente eso está cambiando en algunas regiones, especialmente en aquéllas donde Cambio Energético está instalado. Y es que el Gobierno de Extremadura y la Junta de Andalucía están apostando por la generación de biomasa de la mano de ENCE, una corporación dedicada al diseño de ingeniería, desarrollo y construcción de planta de generación de energía eléctrica a partir de la combustión de la biomasa y los residuos de los cultivos forestales.
ENCE ya ha finalizado la construcción de su planta en Huelva, una de las mayores de Europa y la mayor de todo nuestro territorio nacional. Para el próximo año cree que ya estará en marcha la de Mérida, la de mayor capacidad de transformación de la región extremeña. Se calcula que dará empleo a más de 400 profesionales y técnicos, lo que compensará de algún modo la pérdida de empleo que supondría no llevar a cabo la refinería que el Grupo Gallardo tenía pensado instalar en Extremadura, algo que preocupaba bastante a la administración extremeña y a su población en general. De este modo se ha logrado dar un giro a la política energética de algunas comunidades, sin comprometer su desarrollo sectorial energético y de empleo.
ENCE asegura que abrirá otra plata de procesamiento en la provincia de Cáceres para 2017, en la zona fronteriza con Portugal. De este modo se sumará en breve al clúster transfronterizo ALTERCEXA, grupo de empresas privadas extremeñas y portuguesas dedicadas al impulso de la biomasa en la que recientemente ha ingresado Cambio Energético, dentro de su segmento de comercialización, como comercializadora e instaladora de equipos domésticos e industriales de eficiencia energética. Según su gerente, Ramón Domínguez, “el desarrollo de los procesos industriales de biomasa es una excelente noticia, pero para que el tejido industrial y los empleos que genera la biomasa se desarrollen como verdadera opción energética y sectorial, la biomasa tiene que llegar al consumidor: la función de la comercialización es determinante, es el comprador final el que diseñará el sostemiento y consolidación de éste sector”- sostiene Domínguez que, desde ALTERCEXA, pretende dar una mayor relevancia al papel de la comercialización- “por ello debemos ser capaces de ir más allá y demostrar a la sociedad y a nuestros clientes que una de las opciones más convenientes de consumo energético limpio, económico y sostenible es la biomasa; y no sólo con el medio ambiente, sino que además esta decisión de ahorro energético por parte de los compradores se vincula de algún modo al sostenimiento de la economía y empleo de la comarca o localidad donde se lleva a cabo” .
Los gloriosos años en los cuales hemos disfrutado del sector de la construcción, nos han hecho olvidar que formamos parte de un país eminentemente rural, con importantes bolsas de desempleo en zonas agropecuarias, pero rico en recursos naturales renovables. La biomasa es la energía que más empleo y riqueza está generando y generará en el medio rural. Y la que mayores ahorros económicos y beneficios medioambientales aporta tanto administraciones públicas, pequeños y medianos empresarios y, especialmente a los particulares. El futuro inminente lleva el sello industrial y de consumo asociado a las energías y recursos renovables.
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