La fiesta más tradicional de Piornal inicia este próximo 19 de enero. Se trata del Jarramplas 2010 una fiesta folklórica en la que todo un pueblo se une para remembrar las picardías de un personaje burlesco al que se castiga por sus fechorías.

El Jarramplas

No cualquiera puede encarnar al personaje inspirador de esta fiesta, el Jarramplas es un personaje que con una máscara y dos cuernos recorre las calles del Piornal vestido con un traje lleno de retazos de colores y un tambor.

A su paso el Jarramplas recibe de los vecinos del lugar un sinnúmero de nabos que le lanzan a su cuerpo y burlas que reprenden, según la leyenda, por el robo de un ganado. 

Este personaje debe soportar este castigo hasta que su cuerpo aguante el impacto y será motivo de orgullo y muestra de valentía.

Este año el Jarramplas será encarnado por Alejandro Gutiérrez, un joven piornalego de 25 años de edad, quien desde hace tres meses se viene preparando para personificarlo de la mejor manera y así cumplir con una promesa religiosa mientras preserva la tradición de su pueblo.

Para amortiguar los impactos del tubérculo, Alejandro estará protegido por una especie de armadura de fibra de vidrio, su vestimenta y máscaras que en total pueden llegar a pesar hasta 35 y 40 kilogramos.

Junto a Alejandro, se encuentran sus veinte mayordomos, quienes se han dado a la ardua y larga tarea de confeccionar los trajes de cintas y las dos máscaras que llevará en esta ocasión el personaje.

Además en esta fiesta son infaltables las cachiporras, pues con ellas se protegerá al Jarramplas. En total los mayordomos han elaborado 140 cachiporras grabadas a fuego.
Lloverán nabos sobre Piornal

El público por su parte, tendrá una participación activa al ser quienes lancen  los nabos al Jarramplas, y por ello ya han empezado la recolección de los tubérculos para evitar que sean afectados por el mal tiempo.

Los 14.000 kilos de nabos que serán arrojados contra el personaje durante los días 19 y 20 de enero, ya han empezado a aparecer en la localidad y se espera que su recolección finalice prontamente pues hay que ganarle tiempo a las lluvias y el intenso frio.
Por esos días se espera que San Pedro cierre los grifos del cielo y lo único que lluevan son nabos durante todo el festín.

La programación:

Desde muy tempranas horas del día 19, el personaje recorre el pueblo junto a sus mayordomos, para así recoger viandas y presentes para la fiesta, las migas de la madrugada y la comida que el día 20 organiza el mayordomo en honor a su protegido.

Con la llegada del medio día iniciará el festejo en forma, pues el Jarramplas saldrá por las calles tocando el tamboril y esquivando, hasta donde el traje le permite, los nabos que lanzarán todos lo que se encuentren a su paso.

Luego se dirigirá a la Iglesia para bajar la imagen de San Sebastián, patrono de las fiestas, para vestirlo y colocarlo en las andas, desde donde presidirá los actos litúrgicos del día siguiente.

Luego del acto religioso se descubrirá la cabeza y al son de los canticos de niños que lo acompañan da una vuelta por las calles del pueblo.

Cerca de la media noche las campanas de la iglesia retumbarán anunciando la salida victoriosa del Jarramplas que desde la puerta del templo entonará las alborás acompañado de su comitiva y el público. De allí partirán de nuevo a recorrer el pueblo.

El 20 de enero el día iniciará con la procesión de San Sebastián y luego la guerra de nabos continuará en la fuente frente a la Iglesia.

Este enigmático y particular festejo es declarado como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura y se realiza los días 19 y 20 de enero.

El Ayuntamiento de Piornal ha organizado distintos concursos de dibujo, fotografía, creación de máscaras y diversas actuaciones musicales.

Para quienes quieren ser parte de la fiesta sólo deben tener dos cosas: las ganas de disfrutar de la cultura piornalega y preparar sus nabos.